MAL de Ángela Torres

La canción "MAL" de Ángela Torres nos presenta una lírica que se sumerge en las complejidades de las relaciones amorosas, reflejando sentimientos de frustración y desilusión. Desde el inicio, el protagonista se muestra autoconsciente de su tardanza habitual, pero al mismo tiempo hace un desprecio hacia la persona amada, sugiriendo que su impuntualidad es un problema mayor. Esto establece un tono irónico desde el principio, al convertir lo que debería ser una simple queja en una especie de juego entre ellos, donde ambos están atrapados en una dinámica tóxica.

El verso “Algún día te compraré un reloj / Romperlo será la mejor opción” ofrece una metáfora clara: la relación está marcada por la falta de sincronía emocional y temporal. La idea de romper el reloj no solo simboliza desechar la medida del tiempo perdido juntos sino también acabar con la espera interminable que experimenta el protagonista bajo la lluvia. Esta imagen evoca un sentido de melancolía y desesperación; está claro que lo que alguna vez pudo haber sido dulce o esperado se ha convertido en un ciclo doloroso.

En su interacción con esta persona, el protagonista siente que cada intento de entendimiento acaba por frustrarse. Las palabras "no quiero gastar palabras con vos" son contundentes y reflejan cómo la comunicación se ha vuelto fútil. Aquí radica uno de los temas centrales: la incapacidad para comunicarse efectivamente en una relación desgastada por malentendidos. A través del uso del lenguaje coloquial y directo, Torres logra capturar ese sentimiento abrumador cuando ya no queda nada más por decir.

Además, existe una referencia intertextual notable cuando menciona “como The Last of Us”, un videojuego conocido por sus historias sobre relaciones complicadas en situaciones difíciles. Esta alusión sugiere que el protagonista ve su propia relación como apocalíptica, reforzando el sentido de abandono emocional y ruptura inminente. Esta imagen moderna complementa perfectamente las sensaciones antiguas presentadas en sus letras.

La estructura repetitiva del estribillo resuena con fuerza a lo largo del tema; cada repetición acentúa la inquietud y desesperación del protagonista respecto a esta relación defectuosa. “Mal, esto va mal” es casi un mantra; encapsula no solo sus sentimientos presentes sino también su reconocimiento implícito de que necesita salir antes de llegar a un punto crítico.

A nivel emocional, la perspectiva primera persona permite conectarse rápidamente con los pensamientos internos del protagonista, haciéndolos más cercanos y sinceros para quien escucha. La vulnerabilidad expresada genera empatía hacia aquel individuo atrapado entre el querer amar y el reconocer que esa misma figura está sumiendo todo en caos.

En cuanto al contexto cultural al cual pertenece "MAL", lanzada dentro del álbum "NO ME OLVIDES", refleja tendencias actuales dentro del pop latino donde se exploran temas como la toxicidad en las relaciones y las luchas personales mediante narrativas abiertas e identificables para los oyentes jóvenes contemporáneos. Este enfoque probablemente resonará profundamente con muchas personas ancladas a experiencias similares.

Finalmente, Ángela Torres no solo presenta un relato sobre desamor sino que lo transforma en un espejo metafórico donde confrontar nuestras propias dificultades puede llevarnos a momentos reflexivos e incluso liberadores. La canción invita a cuestionarnos si realmente queremos seguir esperando bajo esa lluvia perpetua o si hay formas más saludables de avanzar hacia nuevas etapas emocionales. Así pues, "MAL" no es solo una representación musical del desencanto; es también un llamado a tomar decisiones difíciles pero necesarias para nuestra propia salud emocional.