La canción "Easy come easy go" interpretada por Bobby Sherman es un himno reflexivo sobre las consecuencias de las decisiones impulsivas y la facilidad con la que podemos perder lo que valoramos en la vida. A través de sus letras, el cantante comparte una historia de errores pasados y aprendizaje, reconociendo su vulnerabilidad y falta de perspicacia en el pasado. La simplicidad del refrán "easy come, easy go" encapsula perfectamente la idea de que lo que se consigue fácilmente también puede desaparecer con rapidez si no se aprecia debidamente.
En los primeros versos, Sherman describe cómo saca la sombra del sol, un acto simbólico que podría representar enfrentar los aspectos más difíciles de su vida o realidad. Reconoce su error al creerse el número uno, lo cual demuestra una caída desde la arrogancia a la humildad. La repetición del término "easy come, easy go" enfatiza el tema central de la canción: las cosas valiosas pueden entrar y salir de nuestras vidas con sorprendente facilidad si no se les da el debido cuidado.
A lo largo de la letra, se hace evidente el arrepentimiento y autocritica por no haber sido lo suficientemente sabio en situaciones anteriores. El sentimiento de pérdida y desilusión por haber sido ingenuo es palpable cuando menciona que perdió la cabeza y se desmoronó. Sin embargo, a medida que avanza la canción, surge un tono optimista y motivador al declarar que ahora puede comenzar de nuevo.
El narrador habla sobre "hanging around taking it slow", una referencia a tomarse un tiempo para reflexionar sobre sus acciones pasadas e intentar encontrar una nueva dirección. A pesar de los tropiezos anteriores, encuentra consuelo en poder sonreír nuevamente y disfrutar las pequeñas cosas como un par de zapatos nuevos.
Este tema podría ser relacionado con otros trabajos musicales donde Bobby Sherman explora temas similares o muestra una evolución artística constante. La canción puede servir como un recordatorio para valorar lo que se tiene en el presente antes de lamentarlo en el futuro. Es un reflejo profundo sobre las lecciones aprendidas a través del dolor y cómo cada caída nos brinda la oportunidad de levantarnos con más fuerza y sabiduría.
En resumen, "Easy come easy go" es mucho más que una melodía pegajosa; es una meditación introspectiva sobre la importancia de apreciar lo que tenemos antes de perderlo. A través del lenguaje sencillo pero impactante utilizado en sus letras, Bobby Sherman logra transmitir emociones universales sobre el arrepentimiento, el perdón propio y la determinación para seguir adelante después del fracaso.