La canción "No es extraño que tú estés loca por mí" de Burning se presenta como una reflexión sarcástica y directa sobre las relaciones amorosas y las dinámicas de posesión y poder entre los amantes. Desde su publicación, "Bulevar" ha capturado la esencia de la contracultura española, haciendo eco de las tensiones sociales y personales del momento.
A lo largo de la letra, el protagonista aborda su relación con un tono que transita entre la ironía y la desesperación. El uso del lenguaje cotidiano contrasta con los momentos más intensos emotivamente. Frases como "si me abandonas tal vez me pueda perder", revelan una vulnerabilidad profunda, evidenciando que detrás de la aparente confianza se oculta un temor a la soledad. Esta dualidad en el carácter de la letra invita a explorar no solo el deseo del protagonista por ser deseado, sino también su miedo a ser dejado atrás, que puede resonar con muchos oyentes.
El fragmento donde menciona: "Me fui a Hollywood y estuve en Nueva York", refuerza la idea de aspiraciones superficiales y glamorosas que pueden contrastar con realidades emocionales más complejas. Aquí se establece un nexo interesante entre el mundo superficial del entretenimiento y la vida auténtica del amor verdadero. La mención de Cartier simboliza cómo lo material puede enamorar a alguien, sugiriendo una crítica hacia aquellos sentimientos basados en superficialidades o posesiones físicas.
Otro aspecto notable es cómo el protagonista usa referencias explícitas para describir prácticas íntimas dentro de una relación. Frases recurrentes como "de rodillas ante mí" añaden una capa sexual a su fijación por el poder en la dinámica amorosa. Esto no solo muestra el deseo físico presente en su relación, sino que también cuestiona distintos roles asumidos por ambos miembros; creando una especie de dominación consentida que denota tanto atracción como complejidad emocional.
El tono global es crudo e irreverente según se avanza en los versos, generando imágenes vívidas que pintan un cuadro claro: mientras hay deseo e intensa atracción por parte de ambos lados, subyace un sentido palpable de egoísmo y desamor posible. La noción recurrente de desdén al encontrarse con otro chico ejemplifica los celos inherentes en muchas relaciones modernas; mientras hace alusión al hecho común entre parejas donde uno trata siempre de salir adelante o buscar reconocimiento social frente al vínculo personal.
Desde una perspectiva cultural, esta obra surge en un tiempo clave para España, donde los años 70 eran marcados por cambios políticos significativos tras décadas de dictadura. Burning encarna esa búsqueda identitaria joven encima del ruido eléctrico del rock español emergente; buscando espacio para expresiones más auténticas alrededor del amor y las decepciones románticas.
Por último, aunque temporalmente tarde para otorgar premios específicos o reconocimientos tangibles relacionados directamente con "No es extraño…", es indiscutible que su legado ha perdurado como parte esencial del repertorio musical español contemporáneo. Representa no solo a Burning como banda puntera pero también captura inquietudes universales sobre relaciones románticas burlonas y ansiosas; reflejando así melodías crudas llevadas con pasión inquebrantable que siguen resonando hasta nuestros días.