La canción "Último día" interpretada por Camila Silva, se presenta como una pieza que captura la esencia de las experiencias compartidas y la fragilidad del tiempo. La letra, escrita con una honestidad desarmante, es una evocación de momentos simples pero significativos vividos con una persona especial. Desde el atardecer hasta las noches estrelladas, la artista nos invita a revivir esos instantes que parecen cobrar relevancia ante la inminente partida.
Desde su inicio, la canción revela un deseo apremiante de comunicar sentimientos profundos. La urgencia en la composición se destaca al mencionar que escribir una canción puede parecer apresurado, pero resulta ser "la mejor opción". Este impulso refleja la necesidad humana de expresar afecto y valor antes de enfrentarse a ausencias inevitables. Cada línea del primer verso plantea esta dualidad: el miedo al tiempo que se escapa y el consuelo encontrado en las palabras cantadas.
El coro se repite varias veces a lo largo de la canción, enfatizando los pequeños placeres vividos junto a esa persona especial: ver el atardecer, compartir una película o simplemente acostarse en el césped mirando las estrellas. Estos pequeños detalles convierten cada momento en un tesoro irrecuperable, intensificando su valor cuando sabemos que quien los comparte con nosotros pronto no estará.
La segunda parte del tema introduce una nota melancólica: "cuando íbamos de la mano caminando entre los árboles / disfrutando de la vida como si fuese último día y no es / porque te irás y no volverás". Aquí se hace palpable el dolor anticipado por la separación. Esta contradicción entre disfrutar como si fuera el último día y saber que realmente habrá un final cercano añade una capa profunda de tristeza consciente e inevitable destino.
Más allá del aparente lamento por lo que viene, hay también reconocimiento del cariño presente: “pero debo admitir que debes estar tú ahí / alegrándome y preguntando estupideces”. Esta confesión trae consigo una mezcla dulce-amarga donde incluso las imperfecciones o pequeños roces cotidianos son bellamente recordados y apreciados por quien canta dichas líneas.
Camila Silva no solo logra convertir sus recuerdos más preciados en notas musicales sino también inmortalizar esos instantes efímeros tan importantes para cualquiera; este acto convierte su obra no solo emotivo sino accesible emocionalmente para muchos oyentes encontrándose similarmente afectivamente comprometidos con alguien ausentándose temporal/permanentemente próximamente.
Musicalmente hablando,"Ultimo dia" parece ser minimalista contando predominantemente solo sonido guitarra respaldándole melodías sencillas pero verdaderas sin embargo complementando perfectamente tono lírico visceral mencionándolo anteriormente permitiéndonos conectarnos fácilmente letras dirigidas íntimamente relaciones humanas universales transitorias fugaces aunque impactantes cruciales vitalicias tales aquí narrativas propias personales expuestas sincera apasionadamente frente mundo perpetuándolas disco prácticamente memorial amado(a).