Rutina de Duo Rumar

La canción "Rutina" del dúo RuMar, compuesta por Ruddy Arrieta, se presenta como una profunda exploración de la añoranza y el desasosiego que provoca la ausencia de un ser querido. Desde su lanzamiento en septiembre de 2015, esta pieza ha resonado con muchos oyentes que han experimentado lo que significa perder a alguien importante en sus vidas. A través de melodías suaves y letras melancólicas, el dúo logra capturar la esencia del día a día marcado por la tristeza y la rutina.

La letra comienza con una imagen cotidiana: "Las seis y media marca / Mi reloj debo partir." Este detalle introduce al protagonista en un ambiente mundano, llenando cada jornada de obligaciones que contrastan dramáticamente con sus pensamientos. A medida que avanza la canción, el protagonista se encuentra atrapado entre la banalidad de su rutina diaria y un torbellino emocional lleno de recuerdos. La línea "Nuevamente tengo / Jornadas que cumplir" refleja cómo las responsabilidades pueden convertirse en una forma de escape del dolor; sin embargo, es evidente que ese intento es vano.

El protagonista se siente perdido en un mar de incertidumbre y espera, y su mente vuela hacia el recuerdo de su amado: “Imagino tantas cosas / Desespero estar sin ti.” Estas líneas transmiten una mezcla poderosa entre nostalgia e impaciencia. A pesar del intento por habituarse a las jornadas solitarias, prevalece el deseo genuino por estar cerca de esa persona especial. El canto del protagonista se convierte casi en un lamento en vez de un simple anhelo; las emociones son palpables cuando expresa: "No quiero seguir esta rutina / Sufro no tenerte junto a mí."

A medida que avanza la canción, los intentos del protagonista por distraerse son evidentes pero ineficaces. La frase “Trato de fingir cada momento / Algo que no sea hablar de ti” sugiere una lucha interna. Aquí encontramos un mensaje oculto sobre la dificultad para cerrar capítulos emocionales significativos; muchas personas se enfrentan a rutinas vacías donde el eco del amor perdido parece ahogar cualquier cosa previa al sufrimiento.

Frases como “Me fumo un cigarrillo con el humo / Quiero hoy esconder” representan metáforas visuales poderosas sobre cómo uno busca maneras poco saludables para enfrentar sus dificultades emocionales. El vicio aparece como mostró superficialmente una huida transitoria frente al profundo dolor experimentado por el protagonista.

A nivel musical, "Rutina" posee una melodía sencilla pero efectiva; permite al oyente conectar profundamente con los sentimientos expuestos sin distracciones innecesarias. Esto resulta acertado porque subraya todavía más los temas centrales abordados: pérdida, añoranza y la dura naturaleza del día a día tras sufrir esa ausencia.

El tono emocional es sombrío pero también está impregnado con destellos de esperanza ya que existe siempre el deseo sincero por revivir momentos felices compartidos; “Quisiera ver tu cara sonreír,” afirma repetidamente el protagonista como si invocara esos instantes ribeteados por felicidad e intimidad.

En resumen, "Rutina" no solo narra las vivencias diarias impulsadas por la añoranza sino también envía un mensaje poderoso acerca del desafío personal frente al amor perdido y cómo este afectará cada aspecto fundamental nuestras vidas; incluso nuestra rutina diaria puede convertirse en una constante recordatoria del vacío dejado atrás. Esta compleja mezcla emocional resuena profundamente en quien escucha, convirtiendo esta canción en algo más que solo una melodía: es un reflejo honesto sobre lo complicado que puede ser vivir tras perder a alguien significativo.