Mandolín de Florencia Villagra

La canción "Mandolín" interpretada por Florencia Villagra, nos sumerge en un mundo de imágenes poéticas y amorosas a través de sus letras. La melodía nos transporta a un pueblito pintoresco donde la protagonista describe una mirada embriagada de palabras y poesías, evocando un ambiente romántico y apacible. El amor es representado como un jinete que monta en un caballo y encuentra la felicidad, resaltando la idea de que el verdadero amor trae alegría y plenitud a nuestras vidas.

El verso "Ey la primera, es la verdadera" sugiere que el primer amor es el más auténtico y genuino, mientras que "Ey la segunda, que no te confunda" advierte sobre las dudas que pueden surgir al darle lugar a una nueva oportunidad romántica. La mención de "Ey la tercera, pierde un turno espera el amor" invita a tener paciencia y confiar en que el destino nos llevará hacia ese amor verdadero.

La repetición de ciertos versos refuerza la idea central de la canción, como cuando se habla de guardar una sonrisa para los momentos especiales de la vida, mostrando una actitud optimista ante las circunstancias. La imagen del mundo imaginario lleno de ilusiones coloridas nos lleva a un lugar donde todo es posible y donde el amor se convierte en el eje central de nuestras vidas.

En cuanto a su origen o inspiración, podríamos relacionar esta canción con otras obras románticas del folclore argentino o latinoamericano, ya que comparte ese mismo tono melódico nostálgico y dulce. Es probable que Florencia Villagra haya encontrado inspiración en las tradiciones musicales locales para crear esta pieza llena de emociones.

"Mandolín" nos invita a reflexionar sobre el poder transformador del amor y cómo puede colmar nuestras vidas de alegría y esperanza. La delicadeza de la voz de Florencia Villagra junto con las metáforas utilizadas en la letra hacen de esta canción una oda al romanticismo eterno y universal.

En resumen, "Mandolín" es una canción profundamente emotiva que exalta los sentimientos más nobles del ser humano. A través de sus letras poéticas y melódicas, nos transporta a un mundo donde el amor reina supremo y donde cada encuentro especial tiene un significado único e inolvidable.

Tiene una mirada ebria de palabras y poesías,
bajo un cielo claro de un pueblito por ahí.
Un mundo imaginario hecho de ilusiones coloridas,
y el amor monta en un caballo y es feliz.
Ey la primera, es la verdadera.
Ey la segunda, que no te confunda.
Ey la tercera, pierde un turno espera el amor.
Todo tiene un tiempo,
vos y yo tenemos alegría
de tener espacio dentro de este corazón.
Guardo una sonrisa
para esos momentos de la vida,
aún, aún, aún así.
Ey la primera, es la verdadera.
Ey la segunda, que no te confunda.
Ey la tercera, pierde un turno espera el amor.
Tiene una mirada ebria de palabras y poesías,
bajo el cielo claro de un pueblito por ahí.
Un mundo imaginario hecho de ilusiones coloridas,
y el amor monta en un caballo y es feliz.
Ey la primera, es la verdadera.
Ey la segunda, que no te confunda.
Ey la tercera, pierde un turno espera el amor.