La canción "Tan viendo como estoy" de Gerardo Coronel es una poderosa expresión del dolor y la lucha emocional que surge tras una ruptura amorosa. La letra revela una profunda vulnerabilidad a través de un narrador que intenta evadir sus sentimientos, pero se ve constantemente enfrentado a ellos por las circunstancias y, especialmente, por el ambiente social que lo rodea.
Desde el inicio, la canción establece un tono de frustración. El protagonista deja claro que es un tema delicado. Su petición de no preguntar sobre su expareja refleja su deseo de protegerse del sufrimiento. Aquí, se manifiesta una inteligencia emocional evidente: en lugar de reprimir su dolor, opta por externalizarlo a través de la música y el alcohol como mecanismos de distracción. La botella se convierte en un símbolo tanto de evasión como de recuerdo. Este recurso proporciona una mirada honesta al conflicto interno del protagonista; el alcohol le ofrece consuelo temporal, pero también agudiza su añoranza.
El uso recurrente del refrán “'Tán viendo cómo estoy” suma a la ironía presente en la letra. Es casi como si cada vez que alguien menciona a la ex pareja o toca una canción relacionada, lanza una puñalada al corazón abierto del protagonista. La manera en que los amigos parecen ignorar su dolor posiblemente indica una falta de comprensión o empatía por parte del mundo exterior. Se nos presenta a un hombre atrapado entre querer olvidar y ser recordado continuamente lo que ha perdido.
Además, hay un fuerte componente cultural en esta temática; muchas canciones regionales abordan el desamor con tal profundidad emocional que permite a los oyentes conectarse con experiencias similares. En este contexto, los versos donde menciona "les digo que esa no / porque me puede abrir la herida" resuenan con cualquier persona que haya experimentado el impacto devastador de escuchar una canción vinculada a buenos recuerdos cuando uno está tratando lidiar con el sufrimiento.
El estilo musical también complementa esta experiencia lírica. Gerardo Coronel fusiona ritmos típicos del regional mexicano junto a letras narrativas intensas y crudas, generando así una atmósfera perfecta para relatar el desgarrador viaje emocional del protagonista. Al hacerlo, conjuga melodías pegajosas con temas sombrios; Tito Resendiz hizo lo mismo en otras obras donde explora desamores pero desde perspectivas diferentes.
El año 2024 marca un momento significativo para Coronel y esta canción podría considerarse un hito dentro de su carrera ya consolidada. A medida que se acerca al público juvenil y adulto contemporáneo, logra conectar emociones universales expresadas mediante elementos culturales locales.
El tono general evoca melancolía pero también cierto nivel de autocrítica cuando el protagonista reconoce su estado actual ("y quedo como un pendejo"). Esta aceptación aparatente clamando ayuda encapsula las luchas profundas detrás del rostro sonriente tan familiar en encuentros sociales donde uno intenta ocultar sus verdaderos sentimientos tras risas forzadas.
“Tan viendo como estoy” es mucho más que otra balada sobre el desamor; es un relato honesto entrelazado con humor negro e ironía emotiva donde Coronel recuerda tanto él mismo como al oyente qué significa realmente sentir tristeza ante la falta amorosa palpable aun buscando distracción entre amigos y botellas. Soporta así, esa lucha interna convirtiéndose poco a poco en arte vivificante capaz llevar mas allá lugares oscuros hacia momentos lumínicos llenos significado profundo.