La canción "Bestia" de Hello Seahorse! es una pieza que, a través de su lírica intensa y evocadora, explora la lucha interna del protagonista en un universo emocional marcado por el silencio y la introspección. La banda, formada por la vocalista Mariana de Dios y su compañero, está insertada en la escena musical mexicana desde hace más de una década y ha sabido amalgamar géneros como el rock alternativo y el pop.
Desde los primeros versos, el protagonista se presenta como "transparente", lo que simboliza una vulnerabilidad expuesta. Esta falta de filtros permite que los demás perciban su esencia sin necesidad de palabras, lo cual contrasta con la inseguridad inherente a su forma de comunicarse. La idea de que "no tengo voz para decirlo" resuena a lo largo de toda la canción, sugiriendo una incapacidad para expresar verbalmente sus sentimientos profundos. Este dilema provoca que busque canales alternativos para manifestar lo que siente, ya sea mediante miradas o toques, pero también contempla cómo esas manifestaciones son limitadas.
A medida que avanza la letra, se revela un sutil conflicto interno: el protagonista pretende ser un ser pacífico ("no muerdo ni acaricio") mientras se encuentra atrapado en su propia “jaula de almohadas”, un refugio donde puede ocultar sus miedos y deseos. Esta imagen dual —por un lado el deseo de conexión humano y por otro lado el refugio hacia la soledad— crea una tensión palpable que pone al descubierto las contradicciones emocionales del ser humano: el anhelo por ser visto versus el miedo a mostrarse tal cual es.
Las repetidas líneas sobre haber "deshonrado a mis principios" construyen una narrativa cargada de aceptación pero también de dolor. El protagonista se siente traicionado por sí mismo; parece haber hecho concesiones o haber abandonado ciertos valores morales en pos de satisfacer necesidades más profundas. Este autodesprecio refleja no solo un proceso personal sino también una crítica hacia las expectativas sociales sobre cómo deberíamos actuar frente al amor o las relaciones.
El tono emocional es sombrío pero honesto; hay un aire melancólico en cada verso acompañado por melodías nostálgicas propias del estilo electropop característico del grupo. Esta atmósfera auditiva sirve para amplificar ese sentido latente del deseo frustrado y las luchas internas.
En última instancia, "Bestia" no solo aborda la dificultad en la comunicación emocional contrastando con momentos disonantes como las enseñanzas recibidas ("como él me enseñó"). Se puede inferir aquí un eco generacional donde los modelos a seguir presentan caminos placenteros aún sabiendo que pueden llevar al daño personal.
La canción gana profundidad cuando consideramos su contexto cultural: lanzada en 2011, durante un periodo donde emergían nuevas voces dentro del panorama musical mexicano sin abandonar influencias internacionales. Hello Seahorse! capturó aquel momento transicional entre géneros establecidos y propuestas más vanguardistas ofreciendo así espacio para reflexionar sobre nuestras interacciones humanas contemporáneas.
En síntesis, "Bestia" es un canto sincero a la complejidad humana: habla sobre ser transparente sin poder comunicar realmente lo profundo; narra ese ciclo interminable entre desear acercarse a alguien mientras permanecemos encerrados en nuestra autoinfligida prisión emocional. Con esto, Hello Seahorse! nos invita a reconocer nuestras propias bestias internas viviendo plenamente esta experiencia humana compartida.