Quisiera de Ismael Serrano

La letra de la canción "Quisiera" escrita e interpretada por Ismael Serrano es un profundo y emotivo retrato de una relación apasionada y enredada en la complejidad de la vida cotidiana. Desde el principio, se pueden percibir imágenes poéticas que evocan sentimientos intensos, como los ojos llenos de cenizas y las nubes negras que tiemblan en la voz del amante. La metáfora de los cachorros perdidos en gasolineras sugiere vulnerabilidad e inseguridad, complementando la atmósfera tumultuosa que rodea a los personajes.

A lo largo de la canción, se plasma un deseo ferviente por salvar a la persona amada entre el escombro emocional en el que se encuentra inmersa. Las acciones simbólicas como ser abrigo en su charco, llevarle la bolsa de la compra o apagarle el cigarro demuestran un anhelo profundo por cuidar y proteger al ser amado en medio del caos urbano y personal. La idea de raptarla en bicicleta, asaltar un banco o viajar sin destino conllevan una sensación de escapismo y deseo de libertad dentro de una realidad opresiva.

Ismael Serrano utiliza elementos cotidianos como el metro, las compras o las zarzas para vincular el amor con la lucha diaria y los desafíos constantes que enfrentan juntos. La descripción visual y sensorial del entorno urbano refuerza la pasión y entrega del protagonista hacia su amada, incluso cuando todo parece derrumbarse a su alrededor. Los versos finales resaltan tanto la belleza como las dificultades inherentes a una relación amorosa intensa, mostrando cómo el amor persiste a pesar de los fracasos y las adversidades.

En términos musicales, Ismael Serrano combina su estilo único de cantautor con influencias pop para crear una melodía melancólica que enfatiza la emotividad y profundidad de sus letras. Su habilidad para conectar con las emociones del público a través de composiciones poéticas e íntimas lo ha posicionado como uno de los referentes del género.

En conclusión, "Quisiera" es una expresión auténtica del amor inquebrantable ante las pruebas del tiempo y las circunstancias adversas. Ismael Serrano logra capturar la complejidad y belleza del amor humano a través de metáforas sugerentes y una melancólica melodía pop-cantautor. Esta canción invita a reflexionar sobre las múltiples facetas del amor verdadero y cómo trasciende más allá de los obstáculos externos para encontrar luz en medio de la oscuridad.

Traes los ojos llenos de cenizas,
En tu voz tiemblan nubes negras.
Aúllan todos los cachorros
Perdidos en gasolineras.
Eres el verso que uno escribe,
Borracho, en una servilleta.

Hoy no harás la cama ni las paces,
Te pintas la boca de viernes.
Sales a la calle y sueñas
Una canción que nos despierte.
Traes la tormenta a nuestra orilla.
Cuando te marchas
Hay sudestada en la Gran Vía.

Quisiera salvarte entre el escombro,
Ser abrigo en tu charco,
Llevarte la bolsa de la compra,
Apagarte el cigarro.

Quisiera raptarte en bicicleta
Quizá asaltar un banco,
Viajar sin billete y sin maleta
Para aprender despacio.

Que el periódico hable de tu pena
Y tu aventura,
De la cura final de tu llanto

El caso es que viernes y yo te amo.
La boca del metro te escupe
Y te enredas en las zarzas
Que crecen entre tanto ajuste.
Despliegas bien tus alas rotas
Aunque Madrid se derrumbe

No toda la derrota es hermosa,
Ni todo borracho hombre sabio
Pero la lucha y mi copa
No acaban en este fracaso.
Hermosa, me besas despacio.
Llevas la antorcha
Hacia la toma de palacio.

Quisiera escribir en cada muro
Las ganas que te tengo,
Arañar los coches oficiales
Que huyen del deshielo.