Seamos humanos de Jimenez Jose Alfredo

La canción "Seamos humanos" interpretada por José Alfredo Jiménez es una balada melódica que toca las fibras más sensibles del amor y la despedida. La letra de la canción narra el doloroso final de una relación, donde ambos amantes deben separarse sin recriminaciones ni resentimientos. El narrador reconoce que el olvido ha vencido a su amor, pero aboga por mantener la dignidad y la humanidad en medio del adiós.

En los versos iniciales, se percibe un tono de resignación y tristeza al aceptar el fin de lo que alguna vez fue prometido ante Dios. Se destaca la madurez emocional al evitar caer en insultos o acusaciones de traición, optando por despedirse con respeto y dignidad. Esta actitud elevada se refleja en la frase "no seamos tan vulgares ni tan bajos", demostrando la voluntad de separarse sin guardar rencores.

La parte central de la canción gira en torno a un llamado a la humanidad y al respeto mutuo, independientemente de las circunstancias adversas. José Alfredo Jiménez apela a lo más noble en cada persona al sugerir que, aunque sea una vez en la vida, seamos capaces de actuar con empatía y comprensión hacia el otro. Este gesto se convierte en una especie de ofrenda al "Señor de allá arriba", conectando lo terrenal con lo divino.

El verso que invita a abrazarse como solían hacerlo antes y despedirse con una sonrisa simboliza un último acto de cariño y complicidad entre dos personas que han compartido momentos apasionados pero que saben que ya no hay marcha atrás. La aceptación del fin del amor se manifiesta con valentía al no ocultar los sentimientos frente a los demás, mostrando una honestidad brutal pero liberadora.

En cuanto al contexto cultural en el que fue lanzada la canción, José Alfredo Jiménez es reconocido por ser uno de los máximos exponentes de la música ranchera mexicana, tradición en la que abundan las letras cargadas de sentimientos profundos y experiencias personales. Esta canción, publicada en 2011 tras su muerte, continúa manteniendo viva su legado musical caracterizado por su habilidad para transmitir emociones genuinas a través de sus composiciones.

Desde el punto de vista musical, "Seamos humanos" sigue un patrón tradicional ranchero con instrumentación típica como guitarras acústicas y mariachis que realzan la emotividad de la letra. La voz grave y expresiva del cantante añade una capa extra de nostalgia y pasión a cada estrofa, creando un ambiente íntimo e introspectivo para el oyente.

En conclusión, "Seamos humanos" es mucho más que una simple melodía: es un canto a la compasión y al entendimiento mutuo incluso en los momentos más difíciles del amor. José Alfredo Jiménez logra plasmar con maestría las complejidades del corazón humano a través de esta canción atemporal que invita a reflexionar sobre nuestras propias relaciones interpersonales y cómo podemos enfrentar las despedidas con dignidad y respeto hacia el otro.