Henry, come on de Lana Del Rey

La canción 'Henry, Come On' de Lana Del Rey, perteneciente a su álbum 'The Right Person Will Stay', retrata con maestría una narrativa llena de emociones y tensiones. En este tema, la artista explora la naturaleza efímera del amor y la lucha interna que conlleva despedirse de alguien querido. La alusión constante a un personaje llamado Henry ofrece un enfoque personalizado a la experiencia del desamor. A medida que avanza la letra, se percibe que el protagonista ofrece una especie de recriminación melódica hacia Henry, cuestionando sus acciones y las repercusiones que ha tenido su relación.

Desde el inicio, la frase "Henry, come on" establece un tono de familiaridad y frustración palpable. El uso repetido de esta exhortación enfatiza el deseo del protagonista de conectar con Henry, mientras expresa dudas sobre si realmente están en la misma sintonía emocional. La expresión "Do you think I'd really lose it on ya if you did nothin' wrong?" revela una vulnerabilidad desnudada; muestra cómo las inseguridades pueden colorear los vínculos afectivos más profundos.

La letra continúa envuelta en referencias evocadoras, como "Last call, 'Hey, y'all'", que invoca imágenes propias del ambiente de un bar o un lugar donde las historias se entrelazan en momentos significativos pero fugaces. Esto añade una capa adicional a la conexión emocional: refleja cómo algunas relaciones pueden ser tan transitorias como un último brindis antes de buscar caminos separados. Aquí es donde surge el tema central: lidiar con lo temporal y entender que algunos encuentros son simplemente parte del viaje personal.

El tono emocional oscila entre resignación y autocompasión; uno puede sentir tanto la dureza del momento como el anhelo por lo que se tiene que dejar atrás. El verso en el cual escucha a Dios decir "It's in your blood" introduce una dimensión mística e inevitable en su lucha interna. Lana parece sugerir que ciertos destinos son predestinados, llevándonos a preguntarnos hasta qué punto somos responsables por nuestros sufrimientos o elecciones fallidas.

Las imaginerías intensas traen consigo simbolismos más amplios sobre los riesgos asociados al amor: “You were born to be the one to hold the hand of the man who flies too close to the sun” evoca no solo romanticismo sino también advertencia. Hace eco del mito de Ícaro; amar intensamente podría llevarnos a caer –no sólo respecto a Henry sino en cualquier tipo de relación pasional– reflejando así las sombras ocultas tras cada decisión tomada impulsivamente.

Asimismo, Lana critica sutilmente el ideal romántico tradicional presente en muchas canciones country: menciona “all these country singers and their lonely rides to Houston”, sugiriendo que hay mucha soledad escondida detrás de esas melodías felices y simplistas. Esto contrasta profundamente con su propia interpretación cruda y honesta acerca del amor perdido.

El cierre simboliza claramente un adiós doloroso pero necesario; "Go on and giddy up" se convierte casi en un mantra liberador mientras deja claro que seguir adelante es imprescindible cuando se enfrenta a fantasmas emocionales. Este ciclo revela una ironía significativa: aunque ama profundamente a Henry, también reconoce que perseguirle cuando ya no está sería inútil e invalidante para su propio crecimiento personal.

Así pues, ‘Henry, Come On’ emerge no solo como una balada sobre el amor perdido sino como una invitación profunda al autoexamen emocional. A través de sus letras sinceras y poderosas imágenes residuales, Lana Del Rey logra capturar experiencias inherentes al corazón humano: amores perdidos pero nunca olvidados mientras nos enfrentamos valientemente a nuestro destino personal.