​​i de Lil Skies

La canción "I" de Lil Skies, perteneciente a su álbum "Shelby", es una exploración cruda y emocional de la lucha personal, el dolor y la búsqueda de autenticidad en un mundo repleto de distracciones y dificultades. Publicada en 2019, esta pieza se adentra en la mente del protagonista, revelando su vulnerabilidad y los efectos devastadores que ha tenido el amor y la pérdida en su vida.

Desde el inicio, las palabras de Lil Skies transmiten un sentimiento de melancolía. El protagonista confiesa que no se ha sentido igual desde que perdió a alguien cerca, lo cual es un tema recurrente a lo largo de la letra. Esta sensación de estancamiento emocional se intensifica cuando menciona haber amado a una chica que ahora parece ser más un recuerdo doloroso que una fuente de felicidad. A través de estas confesiones, el oyente puede captar no solo la tristeza que siente por una relación fallida sino también un incesante deseo de cambio que él mismo se niega a creer posible.

El uso del estribillo destaca esta contradicción interna: el protagonista no quiere acercarse a nadie, defendiendo una coraza emocional al tiempo que reconoce sus propios deseos autodestructivos. La repetición del "I don't wanna get close" (no quiero acercarme) refleja una lucha entre el anhelo de conexión humana y el miedo al dolor que podría resultar. Este conflicto se intensifica con menciones a momentos compartidos donde todo parecía mejor ("Remember those times"), simbolizando la nostalgia por un pasado más sencillo.

Además, Lil Skies incorpora elementos como el consumo de sustancias, frecuentemente asociado a escapismo en su obra. Al hacer hincapié en su amor por fumar marihuana ("I get high, I love to smoke"), plantea una crítica sutil hacia cómo algunas personas manejan su dolor: buscando alivio temporal mientras evitan enfrentar sus problemas directamente. Aunque esta hazaña ofrece cierto alivio momentáneo, también deja entrever un sentido desesperado; una manera quizá poco efectiva para superar las heridas del pasado.

En cuanto al tono emocional, este es sombrío pero genuino. La voz del protagonista en primera persona invita al oyente a empatizar con sus desafíos personales; resulta fácil identificarse con alguien que expresa frustración ante las circunstancias difíciles de la vida moderna. Además, su entrega vocal resuena con sinceridad mientras trata deliberadamente temas como la traición y la decepción.

Un aspecto interesante es cómo Lil Skies juega con conceptos como la fama y las relaciones superficiales (“I don't want the fame”). Si bien muchos artistas parecen rendirse ante los encantos del éxito inmediato y las llamadas “groupies”, él presenta un relato donde prefiere mantener distancia e integridad personal frente a esas tentaciones efímeras. Esto añade otra capa al análisis: en lugar de caer presionado por las expectativas externas o modas pasajeras, hace frente a lo auténtico—su propio dolor y desencanto—lo que le confiere profundidad humanística.

Al comparar esta obra con otras canciones del mismo artista o contemporáneos del género hip hop/trap, se puede notar un estilo característico donde se confrontan temas personales con ritmos pegajosos; sin embargo, "I" destaca por su honestidad brutal sobre las luchas internas frente al glamour tan popularizado en otros temas.

Finalmente, "I" no solo narra un viaje individual lleno de penurias; también ofrece una especie de espejo para todos aquellos que cargan batallas similares en silencio. La complejidad emocional entrelazada con ritmos cautivadores convierte este track en una reflexión honesta sobre los altibajos inevitables de cualquier vida joven marcada por amores perdidos y ambiciones frustradas. En suma, este tema destila tanto vulnerabilidad como fuerza personal—aquella lucha continua contra uno mismo mientras intenta navegar por un mundo desbordante tanto de posibilidades como desilusiones.