La canción "Gurú" interpretada por Los Enemigos, es una pieza musical de rock que destaca por su temática mística y reflexiva. La letra nos sumerge en un ambiente donde se mencionan elementos como el ojo que todo lo ve, el poder sísmico y la luz de Lucifer, los cuales son referencias simbólicas con fuerte carga emocional.
El término "gurú" hace alusión a un guía espiritual o maestro, alguien que posee un conocimiento profundo y elevado. En este contexto, la canción parece explorar la dualidad entre lo terrenal y lo divino, entre lo material y lo trascendental. La referencia a la "engratidez" sugiere una búsqueda de sentido más allá de lo mundano, buscando una conexión con algo superior.
La repetición de la palabra "mágico" refuerza la idea de un poder sobrenatural o divino que otorga una perspectiva diferente sobre la realidad. El tono trágico puede interpretarse como un reconocimiento de las dificultades y desafíos inherentes a la vida humana, pero también como una invitación a encontrar magia en medio del caos y la incertidumbre.
En cuanto a su estructura musical, "Gurú" presenta un ritmo cadencioso y envolvente que acompaña perfectamente la atmósfera mística propuesta por las letras. Los Enemigos logran crear una amalgama entre sonidos potentes y líricas reflexivas que invitan a la introspección.
En relación con otras obras de Los Enemigos, esta canción podría contrastarse con su repertorio más conocido para resaltar su capacidad para explorar distintas temáticas e innovar en su propuesta musical. La influencia del rock clásico se entrelaza aquí con elementos más experimentales, creando así una experiencia auditiva única.
En definitiva, "Gurú" es mucho más que una canción de rock convencional; es una exploración poética sobre lo espiritual, lo humano y lo trascendental. A través de metáforas intrincadas y una instrumentación cautivadora, Los Enemigos nos invitan a cuestionar nuestra percepción del mundo y encontrar paz en medio del caos.