La canción "Ceniciento" de Marea es una obra que, a través de metáforas cargadas de simbolismo, explora la lucha interna del protagonista con su identidad y sus circunstancias. Publicada el 23 de diciembre de 2022 en el álbum "Los potros del tiempo", la pieza se encuadra dentro del rock en español que caracterizan a la banda, conocida por su autenticidad y profundidad lírica.
El protagonista se enfrenta a un sentimiento abrumador de rechazo y soledad, reflejado en las primeras líneas donde menciona que “los quinquilleros ya no me quieren”. Este doloroso aislamiento se intensifica con imágenes como “los murciélagos nunca me vienen a ver”, lo que sugiere un entorno sombrío y poco acogedor. La referencia a Gardel evoca una nostalgia profunda y plantea un paralelismo entre el desconcierto del protagonista y el paso inexorable del tiempo. Se percibe en esta idea de las “nieves de ayer” una pérdida irremediable, acentuada por la llegada de un frío hielo emocional.
En el siguiente verso, la incertidumbre persiste cuando afirma que “este hielo no sabe qué hacer”, simbolizando su confusión ante los sentimientos encontrados hacia otra persona. Aquí encontramos un fuerte contraste entre deseo e incapacidad, pues el miedo ha vestido al protagonista y cimentado sus pies, sugiriendo una lucha interna enraizada tanto en lo emocional como en lo físico.
Cuando menciona que “los pregoneros me andan buscando”, parece referirse a la presión social o las expectativas externas que le resultan asfixiantes. En este contexto caótico, se encuentra atrapado entre recuerdos y anhelos perdidos: “me tiro del tren, colmado de tumbos”. Esta imagen metafórica podría sugerir una búsqueda desesperada por liberarse o por regresar a algo significativo.
A medida que avanza la letra, emerge un tono melancólico pero también redentor. La cita sobre sentarse a la mesa “de aquellos que besan por última vez” habla sobre despedidas irrevocables; sin embargo, hay un impulso vital crítico donde sigue buscando significado incluso tras sufrir desengaños. Al mencionar “regalando pavesas que incendian la piel”, interviene la noción de un fuego interior persistente que desafía al conformismo.
Una línea clave es cuando reconoce haber sido robado "a la Luna", resaltando cómo experiencias ajenas han moldeado su crecimiento personal; este interjuego entre luces y sombras añade complejidad a su evolución emocional. La Luna —símbolo tradicionalmente asociado con protección y sueños— indica lo perdido o distorsionado por circunstancias incontrolables.
El verso culminante revela quizás uno de los mensajes más conmovedores: “nací ceniciento y será cenicienta mi voz”. Aquí reside una aceptación reveladora donde lo definido por limitaciones personales no frena el impulso creativo ni el deseo de ser escuchado. Ser "ceniciento" implica estar marcado por huellas invisibles; sin embargo, renacer como "Cenicienta" ofrece un rayo esperanzador hacia la reinvención personal.
La estructura lírica empleada combina formas poéticas tradicionales con un estilo crudo propio del rock urbano, logrado así transmitir emociones complejas acentuadas por melodías intensas propias del género musical. Marea logra crear una atmósfera envolvente mediante instrumentación rica e incisiva.
"Ceniciento" va más allá de ser solo una reflexión personal; también resuena colectivamente ante temas universales como identidad, pertenencia y resiliencia ante las adversidades sociales. Así se hace eco del espíritu rebelde tan característico en toda su discografía mientras invita al oyente a conectar íntimamente con sus vivencias.
Esta canción presenta detalles significativos sobre el proceso constante de transformación frente a circunstancias adversas e instiga interrogantes profundas sobre hasta dónde puede llegar uno para encontrarse realmente consigo mismo además de subrayar el valor oculto en cada experiencia vivida.