Dice la canción

El diario de un perro de Mariano Osorio

album

El diario de un perro (Single)

15 de diciembre de 2011

Significado de El diario de un perro

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La canción "El diario de un perro" interpretada por Mariano Osorio es una pieza que refleja la cruda realidad y el sufrimiento de muchos perros abandonados debido a la irresponsabilidad de sus dueños. A través de la letra, se narra la vida de un perro desde su nacimiento, mostrando los momentos felices en su hogar hasta llegar al abandono y triste final que enfrenta.

En un inicio, se describe la felicidad del cachorro al nacer y ser cuidado por su madre, pero luego comienza el desconcierto al ser separado de ella y enfrentarse a las exigencias e incomodidades de su nuevo hogar. A lo largo del relato, se evidencia la falta de educación por parte de los dueños que lleva al perro a cometer errores, lo cual resulta en castigos desproporcionados como el encadenamiento o el abandono en la azotea.

A medida que avanza la historia, se revelan situaciones desgarradoras como el maltrato involuntario dado a un niño por parte del perro y su posterior abandono en plena carretera mientras esperaba ansioso un paseo con la familia. Este giro dramático muestra cómo las acciones insensibles de los humanos sumen al animal en un estado de desorientación y tragedia.

La canción nos lleva más allá mostrando cómo el perro sobrevive en condiciones precarias después del abandono, enfrentando hambre, sed y maltrato por parte de extraños. Finalmente, cuando ya no puede soportar más el dolor y el sufrimiento causados por indiferencia humana, encuentra consuelo en manos compasivas que le ofrecen una muerte digna y sin más aflicciones.

El mensaje detrás de "El diario de un perro" es claro: no se trata simplemente de tener una mascota, sino también educarla y brindarle amor incondicional. La canción busca generar conciencia sobre la responsabilidad que implica tener una mascota para prevenir situaciones tan lamentables como las descritas en la letra.

La realidad presentada en esta composición nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con los animales domésticos y reconsiderar cómo tratamos a aquellos seres indefensos que dependen completamente de nosotros. Es un llamado a la empatía, al cuidado responsable y al respeto hacia todas las formas de vida que compartimos este mundo.

En síntesis, "El diario de un perro" es una poderosa narrativa que pone sobre la mesa una problemática vigente en nuestra sociedad: el abandono animal. La sensibilidad con la cual se aborda este tema invita a detenernos a pensar en nuestras acciones y tomar medidas para crear un entorno más humanitario tanto para nuestros animales como para nosotros mismos.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

El diario de un perro no es sobre mi mascota; sin embargo si es la vida de muchos perros desafortunados que fueron comprados en un momento de capricho o sin pensar, por dueños irresponsables que no se interesan en su mascota, ni se tientan el corazón en hechar a un animal a la calle. tal vez no se han puesto a pensar todo lo que pasará ese pobre animalito.
Este cuento es lo que esos perros nos platicarían en realidad, si pudieran hablar. está dedicado a ellos, tratando de sensibilizar a sus dueños.
1ª. semana. hoy cumplí una semana de é alegría haber llegado a este mundo.
1er. mes. mi mamá me cuida muy bien. es una mamá ejemplar.
2 meses. hoy me separaron de mi mamá. ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós, esperando que mi nueva familia humana me cuidara tan bien como ella.
4 meses. he crecido rápido; todo me llama la atención, hay varios niños en la casa que para mi son mis hermanitos. somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo los muerdo jugando.
5 meses. hoy me regañaron. mi ama se molestó porque me hice pipí adentro de la casa; pero nunca me han enseñado dónde debo hacerlo. además duermo en la recámara ya no me aguantaba.
8 meses. soy un perro feliz. tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. creo que mi familia humana me quiere y me consiente mucho. cuando están comiendo me convidan. el patio es para mi sólito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden su comida. nunca me educan ha de estar bien todo lo que hago.
12 meses. hoy cumplí un año. soy un perro adulto. mis amos dicen que crecí mucho más de lo que ellos pensaban, que orgullosos se deben de sentir de mí.
13 meses. que mal me sentí hoy. mi hermanito me quitó la pelota. yo nunca le agarro sus juguetes. así que se la quité. pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. después del susto, me encadenaron, casi sin poderme mover, al rayo del sol. dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. no entiendo nada de lo que pasa.
15 meses. ya nada es en la azotea. me siento muy familia ya no me quiere. a veces se les olvida que tengo hambre y sed. cuando llueve no tengo un techo que me cobije.
16 meses. hoy me bajaron de la azotea. de seguro mi familia me perdonó. yo me puse tan contento, que daba saltos de gusto. mi rabo parecía reguilete. encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro día de campo. no comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron.
oigan esperen, olvidan de mí. corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. mi angustia crecía al darme cuenta que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían abandonado.
17 meses. he tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. me siento y estoy perdido. en mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo de mi alma. yo quisiera que me adoptaran y sería leal como ninguno. pero sólo dicen pobre perrito, se ha de haber perdido.
18 meses. el otro día pasé por una escuela y vi muchos niños y jovencitos con mis hermanitos. me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras -a ver quién tenia mejor una de esas piedras me lastimó un ojo y desde entonces ya no veo con él.
19 meses. parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.
20 meses. casi no puedo moverme. hoy al tratar de cruzar una calle por donde pasan muchos coches, uno me arrolló. según yo estaba en un lugar seguro llamado cuneta, pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. ojalá me hubiera matado, pero sólo me dislocó la cadera. el dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a la ladera del camino.
Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. ya no me puedo mover. el dolor es insoportable. me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: no te acerques.
Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. la dulzura de su voz me hizo reaccionar. pobre perrito, mira cómo te han dejado, decí con ella venía un señor con bata blanca, empezó a tocarme y dijo: lo siento señora, este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir. a la gentil dama se le salieron las lagrimas y asintió. como pude, moví mi rabo y la miré agradeciéndole me ayudará a descansar. sólo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando porqué tuvo qué nacer si nadie me quería.
La solución no es echar el perro a la calle, sino educarlo. no convierta en problema una grata compañía.

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