La canción "Cosas de la Edad" de Modestia Aparte ofrece una interesante exploración sobre el paso del tiempo y la lucha interna que acompaña a la transición de la niñez a la edad adulta. Con un aire nostálgico y un ritmo animado, los versos describen situaciones que muchos jóvenes experimentan en su proceso de crecimiento, haciendo hincapié en las diferencias entre las expectativas infantiles y la realidad de hacerse mayor. El protagonista reflexiona sobre su pasado, recordando momentos simples y vulnerables de su infancia, donde lloriqueaba en un jardín, mientras que ahora se enfrenta a un mundo más complejo.
La letra propone un análisis profundo al señalar cómo las experiencias vitales se ven influenciadas por la edad. Este "jardín" simboliza el refugio seguro donde el protagonista solía encontrar consuelo; sin embargo, al crecer, se describe como un "lobo de mar", una metáfora que indica que ha adquirido cierta sabiduría o experiencia en el viaje por la vida, aunque todavía le falta aprender a manejarse completamente. La repetición del coro refuerza esta idea de resignación ante las dificultades inherentes a cada etapa: “Y qué más da si son cosas de la edad?” Esta pregunta retórica parece desafiar las normativas sociales y los juicios ajenos sobre lo que uno debería ser o hacer en determinadas etapas.
El tono emocional es desenfadado; hay una especie de broma implícita cuando se menciona “un chico, un hombre”, reflejando esa ambigüedad que sienten muchos adolescentes atrapados entre dos mundos. Hay una notable ironía al afirmar que, pese a todas las presiones externas para cambiar e incluso conformarse con lo "correcto", estas características siguen siendo parte integral de lo que significa crecer. La mención del “corazón medieval” señala el choque entre ideales idealistas y realidades contemporáneas. Este contraste hace eco en muchas generaciones jóvenes que luchan entre las expectativas familiares y propios deseos.
El estilo musical también resuena con estos temas; el uso del pop rock español combina elementos festivos con letras introspectivas, creando una atmósfera accesible tanto para los jóvenes como para aquellos más maduros que puedan recordar sus propias travesías hacia la adultez. Esta fusión permite conectar con distintos oyentes a nivel personal ya sea desde ser parte activa del cambio o simplemente observarlo.
Además, es relevante mencionar cómo Modestia Aparte captura perfectamente este dilema generacional. En comparación con otras obras del mismo grupo o incluso otros artistas del mismo periodo musicalmente activo en los años 80 y 90 en España, "Cosas de la Edad" destaca por su sencillez lírica pero profunda carga emocional. Artistas contemporáneos suelen abordar temáticas similares pero quizás no siempre desde este enfoque desenfadado mezclado con melancolía.
En cuanto al contexto cultural en el cual se publica esta canción del álbum homónimo también refleja una época marcada por cambios sociales significativos donde los jóvenes buscan forjar su propia identidad frente a estructuras tradicionales cada vez más cuestionadas. El humor es clave aquí; ríe ante sí mismo mientras observa cómo superficialmente otros intentan definirle basándose únicamente en su edad.
Por último, podría considerarse fascinante cómo canciones como esta logran perdurar aún hoy día; posiblemente porque encapsulan experiencias universales relacionadas con el crecimiento personal así como ese atisbo constante hacia lo desconocido al pasar por diferentes etapas vitales. Desde quienes valoran sus primeros recuerdos hasta quienes enfrentan decisiones críticas durante su juventud adultas buscando continuamente aceptar quiénes son realmente; tanto el contenido lírico como musical crea puentes emocionales inquebrantables dejando huella suficiente para invitar reflexionar sobre nuestras travesías únicas también celebrándolas al fin.
"Cosas de la Edad" es sin duda una pieza significativa dentro del repertorio español donde se conjugan risas e introspecciones profundas alrededor del fenómeno humano conocido como madurez.