Dice la canción

Der durst in meinen augen de Nocte Obducta

album

Galgendämmerung: von nebel, blut und totgeburten

15 de diciembre de 2011

La canción "Der durst in meinen augen" interpretada por Nocte Obducta nos sumerge en un oscuro mundo de melancolía y muerte, característico del género black metal. La lírica se presenta como un relato poético, anhelante de muerte y decadencia, donde los versos evocan una atmósfera lúgubre y misteriosa.

El título mismo, que en alemán significa "la sed en mis ojos", sugiere una sed insaciable de algo más allá de lo tangible, posiblemente la muerte o la redención a través de ella. La letra es rica en metáforas y simbolismo oscuro que invita al oyente a adentrarse en un paisaje metafórico lleno de sombras y desesperanza.

En los versos se mencionan imágenes recurrentes relacionadas con la oscuridad, el sepulcro, el vino ("der wein") que podría representar la sangre o incluso el éxtasis macabro. Se abordan temas como la blasfemia, el deseo reprimido y la aceptación de un destino trágico e inevitable.

La figura del lobo también aparece como símbolo de una dualidad intrínseca entre amor y violencia, vida y muerte. Los retratos de antepasados muertos cobran vida en las visiones del narrador, quien parece estar atormentado por la culpa y su propia naturaleza depredadora.

El tono melancólico y resignado impregna cada verso, creando una sensación inquietante pero al mismo tiempo hipnótica. Los detalles visuales como los espejos cristalinos reflejando la sed en los ojos del narrador añaden una capa de introspección psicológica a la narrativa.

En comparación con otras obras dentro del black metal melódico, la canción destaca por su densidad lírica y sus referencias literarias más elaboradas. Nocte Obducta logra conjugar elementos poéticos con la crudeza sonora del género, sumergiendo al oyente en un viaje introspectivo hacia lo macabro y lo esotérico.

Además, cabe resaltar el trabajo instrumental detallado presente en esta pieza musical para complementar las letras profundas y complejas. Los productores han logrado crear una atmósfera única que envuelve al escucha en un ambiente tenebroso e intrigante.

En resumen, "Der durst in meinen augen" es una pieza artística que va más allá de lo convencional dentro del black metal melódico. Su exquisita combinación de poesía oscura, simbolismo profundo e instrumentación atmosférica hace que esta canción sea una experiencia auditiva intensa e inmersiva para aquellos dispuestos a explorar los rincones más sombríos de la mente humana.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

Oh, tiefe , sechs dunkle fürsten, die wir waren
im prunkgemach von schwerem samt und blutig roten farben
das licht der schweren kandelaber brach sich zart in schwerem wein
benetzte unsre augen, die so hungrig mit dem purpurschein
„oh, schönes öre nur, der tod ruft deinen namen“
der mond sah bleich auf sie hinab, sie stand am eigenen grabe
„die finsternis, sie ruft nach dir, wirst du widerstehen?“
mein ruf würgt dein tageslicht, du wirst es nie mehr sehen
Lächelnd sprach die nacht uns schuldig der blasphemie
des verlangens
verfluchend die enthaltsamkeit
und ich sah in den kristallenen spiegeln
den durst in meinen augen
Besinnliche momente in der ahnenbildgalerie
die staub´gen reihen finsterer gemälde halb verfault und klamm
dennoch saß das leben tief in ihren zerfall´nen blicken
„du bist auch ein wolf, der trotz der liebe reißen muss das lamm“
die abbilder der längst verstorb´nen zogen mich in ihren bann
der wein in meinem blute hauchte ihnen wieder leben ein
sie wussten, was ich war, ihr fluch quoll durstig noch in meinen adern
durst trieb mich nun einmal mehr durchs treppenhaus von stein
Ich öffnete leise die kunstvollen türen
die schatten empfingen mich als einen der ihren
den tod in den augen durch eisigen regen
schritt ich ihr, deren besiegelt, entgegen
Mondlichtdurchsetzt war der mitternachtsnebel und träumte von tod und von
leben
liebkoste in nasskalter, böser umarmung ein standbild von nehmen und geben
jung war das fleisch, dem den tod ich gegeben, ich hielt in den armen den
sterbenden schmerz
noch immer vermochte ihr süßes gesicht zu erwärmen mein stetig erkaltendes
herz
und als ich mich all dieser nächte entsann, da durchfuhr mich ein eisiger
schauer
der nachgeschmack fremden blutes, er barg stets ein schweres aroma von
trauer
doch aufrichtiger dank und ein stummes versprechen, ein dem tod abgerungenes
„ja“
lag jetzt wie ein siegel erstarrender hoffnung in ihrem schon leblosen
augenpaar
Es reflektierten die blicklosen blicke
den durst in meinen augen

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