Un solo ser de Rayden

La canción "Un solo ser" del artista Rayden, incluida en su álbum "Sinónimo", pertenece al género musical de hip hop y rap. En esta canción, Rayden nos sumerge en un profundo análisis de las relaciones humanas y la complejidad de los sentimientos involucrados.

En la letra de la canción, Rayden reflexiona sobre el olvido y la pérdida, mencionando situaciones donde dos personas parecen no recordar el pasado compartido. A través de metáforas como "partituras y velas" o "frases amamantadas discutían con la primavera", el cantante explora los momentos efímeros que construyen la memoria y las experiencias vividas.

El cantante también aborda conflictos emocionales presentes en una relación, articulando sentimientos de desencuentro y desconexión. Con líneas como "Tú, que me coges del brazo sin dar la mano" o "Me acusas del otoño y la caída de mis hojas", Rayden profundiza en las complejidades del amor, mostrando cómo las diferencias pueden llevar a malentendidos y distanciamientos.

A lo largo de la canción, se destaca una invitación a la unión y al entendimiento mutuo. Con versos como "Escúchame, hagamos de este encuentro un solo ser", el artista busca superar las barreras emocionales e integrar las diferencias para llegar a una conexión más profunda.

En cuanto a la estructura musical de la canción, podemos apreciar una combinación de ritmos característicos del hip hop con letras cuidadosamente elaboradas que invitan a la reflexión. La voz profunda y emotiva de Rayden acompaña magistralmente la poesía urbana que caracteriza su estilo musical.

En comparación con otras obras del artista, "Un solo ser" resalta por su introspección emocional y su capacidad para abordar temas universales desde una perspectiva personal. Rayden demuestra su habilidad para combinar ritmos atrayentes con letras profundas que invitan a cuestionarse sobre el significado del amor y las conexiones humanas.

En resumen, "Un solo ser" es mucho más que una simple canción; es un viaje emocional que nos sumerge en los entresijos del amor, el olvido y la búsqueda de unidad en medio de la distancia. Rayden nos invita a reflexionar sobre nuestras propias relaciones interpersonales y nos recuerda que, a pesar de las diferencias, podemos encontrar puntos comunes que nos unan como un único ser.

No recuerdo tu cara, no recuerdas mi pena
Cuando dices que no vale nada
Partituras y velas
Frases que amamantadas discutían con la primavera
Ya lo siento, no estabas; no brinda esta moneda
Dime entonces quién gana, quién llegó la primera
A la fila que a nadie importaba
Cuánta gente gritaba a mi blanca bandera
Que sostuve amarrado a una cama
Ya de vuelta a mi casa, agaché la cabeza

Tú, que me coges del brazo sin dar la mano
Pero nunca te vi arrimar el hombro
Que tatuaste con tus llaves tu nombre por mi tronco
Te atreves a hacer leña del escombro
Tú, que te andas por las ramas sin alas
Haciendo escala en mi gama de grises
Me acusas del otoño y la caída de mis hojas
Sin saber de dónde coño vienen todas mis raíces
Tú, que te perdiste en toda aquella superficie
Ahogándote en la orilla
Y antes muro de pie que vivir siempre de rodillas
Pero tú qué sabes desde la casilla de salida
Culpa al jugador, también al juego, al tablero
Que soy fiel defensor de la causa pobre a fuego
De la causa noble que no busca artificieros
Cuando saques un 6 doble, venga, ven que aquí te espero

Pero una vez prohibido de recuerdos
Pero una vez gallego en el desnorte
Abrázame haciendo que sea nuestro
Sin ejercer de juez que nadie oye
Escúchame, hagamos de este encuentro un solo ser

Y si la primavera vuelve a hacer del miedo esta sorpresa
Hubiera lluvia que no cesa, calles por las que perderse
Como la luz a su simiente, hoy bajaremos una estrella
Para dejar también patente que es muy diferente
Pisar fuerte a dejar huella

Pero una vez prohibido de recuerdos
Pero una vez madrileño del desorden
Abrázame haciendo que sea nuestro
Sin ejercer de juez que nadie oye
Escúchame, hagamos de este encuentro un solo ser