Viajero Frecuente de Ricardo Montaner

La canción "Viajero Frecuente" interpretada por Ricardo Montaner es una balada romántica que narra la historia de un viajero frecuente que se queda solitario en la estación cuando el tren no llega. A través de la metáfora del viajero, se explora el sentimiento de pérdida, soledad y búsqueda de felicidad. La letra describe cómo la ausencia del tren marca un antes y un después en la vida del protagonista, quien se siente incompleto y vacío sin una pareja para compartir su vida.

El personaje principal experimenta un cambio profundo en su interior, reflejado en su actitud resignada y desencantada hacia la vida. Se resalta cómo la música y las experiencias pasadas le resultan insuficientes para llenar el vacío dejado por la ausencia de amor. Así, se exploran emociones como la tristeza, la melancolía y la añoranza a través de versos cargados de nostalgia.

Encontramos un giro en la narrativa cuando el viajero frecuente regresa a la estación al cabo del tiempo y encuentra a una mujer que colma su corazón de nuevo. Este reencuentro simboliza un renacer emocional para el protagonista, quien comprende que el verdadero sentido de su viaje es encontrar el amor verdadero y ser feliz junto a esa persona especial.

La repetición del verso "Vida aquí estoy, se me fue el aliento y la voz" enfatiza la importancia del encuentro con esa persona especial como fuente de renovación y redención. Además, se destaca el tiempo perdido durante la espera, subrayando las oportunidades desaprovechadas para ser feliz.

En cuanto al contexto artístico, Ricardo Montaner es reconocido por sus baladas románticas cargadas de emotividad y sensibilidad lírica. Su estilo musical ha conquistado a múltiples generaciones gracias a su capacidad para transmitir historias universales sobre el amor y las relaciones humanas.

"Viajero Frecuente" se destaca por su poderosa interpretación vocal de Montaner, así como por los arreglos musicales emotivos que refuerzan el mensaje melódico de la canción. En comparación con otras obras del cantante venezolano, esta canción destaca por su atmósfera nostálgica y reflexiva que invita a los oyentes a conectarse con sus propias experiencias emocionales.

En resumen, "Viajero Frecuente" es una oda al amor perdido y encontrado nuevamente, donde se explora el viaje emocional de un individuo en busca de significado y plenitud en medio de la soledad. La canción invita a reflexionar sobre las segundas oportunidades en el amor y sobre valorar cada momento compartido con aquellos que nos hacen sentir completos.

El viajero frecuente quedó
solitario en la estación cuando el tren no llegó
era un miércoles de abril, yo no sé si era abril
sólo sé que nunca más él volvió a ser igual
la sonrisa que tenía, qué le falta, qué perdió,
qué nunca recuperó junto a su corazón
y se fue a vivir vacío, apurado en un hilo
como sus tacos gastados, como su piel y su abrigo.

La música le sobró, como las noches de amor,
nunca mas habló en plural
nunca más dijo nos
se peleó con el humor
se perdió en la ciudad
y nadie más lo encontró, nunca más se le vio...
se le oía gritar:

Vida aquí estoy, se me fue el aliento y la voz
dime cuánto tiempo
te dejé las horas, y te dejé los días y te dejé los meses...
se le oía gritar:
Vida aquí estoy, se me fue el aliento y la voz
dime cuánto tiempo... no sólo el tiempo...
me quedé queriendo ser feliz
porque el viajero frecuente no era otro... era yo.

De viajero frecuente volví
una tarde a la estación
cuando el tren regresó
y era un mes lluvioso marzo...
no sé si era abril
la encontré sentada allí, la miré de perfil
la lágrima que tenía entre el párpado y su boca
le enjugaba la sonrisa y no pensaba en otra cosa
que besarla en el andén
y abrazarla otra vez y contarle que sufrí
cuando no la encontré, cuando le gritaba:

Vida aquí estoy, se me fue el aliento y la voz
dime cuánto tiempo
te dejé las horas, y te dejé los días y te dejé los meses...
se le oía gritar:
Vida aquí estoy, se me fue el aliento y la voz
dime cuánto tiempo... no sólo el tiempo...
me quedé queriendo ser feliz
porque el viajero frecuente no era otro... era yo.

Dime cuánto tiempo, no sólo el tiempo...
me quedé queriendo ser feliz,
porque el viajero frecuente no era otro era yo.