La canción "Cómo Perdonar" de Rubén Blades es una profunda reflexión sobre el dolor y la injusticia que acarrea la pérdida de un niño. A través de su lirismo, el artista aborda temas como la violencia, el sufrimiento humano y la dificultad del perdón ante situaciones irreparables. La pieza, lanzada en 2019 como parte de un single homónimo, revela la maestría de Blades en el manejo de letras que no solo conmueven, sino que también invitan a una introspección crítica sobre las realidades sociales contemporáneas.
Desde el inicio, Blades establece un tono sombrío al describir una pesadilla recurrente: la visión de una niña vestida de blanco, símbolo quizás de inocencia perdida o esperanza despedazada. Este sueño se convierte en un recordatorio constante del sufrimiento que enfrenta no solo el protagonista, sino la humanidad entera frente a las fronteras impuestas por conflictos políticos y sociales. La repetición de "cómo perdonar" resuena con fuerza a lo largo del tema, enfatizando la lucha interna por encontrar respuestas ante el caos y la desolación provocados por actos inhumanos.
Las líneas donde menciona que “no hay melodía que alivie este dolor” subrayan aún más la impotencia que siente el protagonista. La música misma se torna impotente cuando se enfrenta a realidades tan desgarradoras; ni siquiera los elementos catárticos más habituales pueden ofrecer consuelo. En esta paradoja radica uno de los mensajes más potentes de la canción: muchas veces buscamo consuelo donde este no puede existir porque en ciertos contextos el sufrimiento es demasiado grande para ser mitigado por palabras o melodías.
Con metáforas crudas y emotivas, Rubén plantea preguntas sin respuesta: “Tengo mil preguntas, sin ninguna explicación”. Esta confesión del protagonista es universal; todos enfrentamos momentos donde lo inexplicable nos deja sumidos en confusión e impotencia. Las referencias al "rey de Babilón", posiblemente evocando figuras autoritarias o sistemas fallidos que perpetúan esta violencia y sufrimiento infantil, añaden un componente socio-político significativo que sitúa su mensaje dentro del contexto actual mundial.
El conflicto emocional es palpable en cada verso. A medida que avanza la letra, se observa cómo intentar arreglar “su camisita”, aunque momentáneamente brinde alivio al recordar al niño perdido, también recalca la imposibilidad de escapar del dolor prolongado. Este contraste refuerza una idea central: encontrar sentido a través del duelo no siempre implica poder seguir adelante; a veces puede significar simplemente lidiar con esa herida abierta.
En términos musicales, aunque está clasificada dentro del género salsa —tradicionalmente asociado con ritmos festivos— aquí se usa para canalizar tristeza y protesta social en lugar de alegría. Esto demuestra nuevamente cómo Blades reinterpreta las herramientas culturales para abordar temáticas serias y urgentes.
"Cómo Perdonar" incita a sus oyentes a confrontar sus propios sentimientos acerca del dolor colectivo e individual provocados por eventos trágicos. La entrega emocional con su interpretación vocal invita a reflexionar sobre cómo podemos llenar esos vacíos generados por pérdidas devastadoras. Con ello debería surgir también un llamado a cuestionarnos nuestra propia capacidad para perdonar estas injusticias sin dejar-nos consumir por ellas.
Finalmente, Rubén Blades articula un mensaje poderoso en esta obra maestra contemporánea: si bien enfrentar semejante sufrimiento puede parecer abrumador y difícil incluso imaginarlo fácil o posible€¦ Cómo realmente encontramos espacio para perdonar? Esta pregunta queda flotando tras los ecos melódicos finales al igual que las reverberaciones del arroyo seco mencionado anotando dulas verdades acerca del tiempo perdido y lo irreversible del daño causado.
En resumen, "Cómo Perdonar” va más allá de ser solo una canción; es una llamada a percibir el dolor ajeno como propio y así buscar caminos hacia posibles reconciliaciones tanto internas como comunitarias frente a tragedias compartidas.