Maldito Cupido de Secreto El Biberon

La canción "Maldito Cupido" de Secreto El Biberón, incluida en su single del mismo nombre, es una pieza contemporánea perteneciente al género bachata. La letra de esta canción nos guía a través de un desgarrador viaje emocional marcado por el desamor y la traición.

Desde el primer verso, "Que Dios maldiga a Cupido / Por haberte conocido", se puede intuir la intensidad del dolor que experimenta el narrador. Aquí, Cupido –tradicionalmente un símbolo de amor y romance– es vilipendiado como el causante del sufrimiento del protagonista. Este arranque pone en contexto la profunda amargura que siente debido a una relación fallida.

La repetición constante del coro recalca la aversión hacia cualquier referencia al amor. La frase "No quiero saber de amor / Que nadie me hable de amor" es un claro manifiesto del rechazo total hacia los sentimientos románticos, fruto de una experiencia amarga. Este acto de renegar del amor muestra una defensa emocional frente al daño sufrido.

La mención reiterativa a "DJ Sammy" y las insinuaciones dejadas por frases como “Bachateame mama”, dotan al tema no solo de un aire festivo sino también subrayan la conexión con las raíces culturales propias del ritmo caribeño, tan característico en la música bachata.

Más adelante, la letra revela más detalles sobre el dolor interno: "Una copa venció al dolor, solo quedan recuerdos / No quiero flores, ni canciones, no creo en lo eterno". Esta línea sugiere que el personaje principal ha recurrido al alcohol para mitigar su angustia emocional. El abandono de las tradicionales muestras de afecto como las flores y las canciones revela un pesimismo profundo hacia el amor duradero.

El odio directo hacia Cupido queda explícito cuando dice: "Por mí Cupido que se queme entero en el infierno". La demonización del símbolo cupidesco aquí alcanza su punto álgido; se le culpa sin reservas por todo mal sentimental vivido.

Las referencias autocompasivas y rebelionales son constantes: “Sigo viviendo porque sigo solo / Y viviendo mi vida a mi modo”. Aquí se nota cómo decide encarar su soledad con desdén por los juicios ajenos, adoptando una actitud desafiante ante las convenciones sociales relacionadas con el apego romántico.

Más tarde reaparece esa invocación maldita contra la fecha herrada celebrándose incluso: “Maldigo el día en que te conocí / Yo no sabía que iba ser así”. Esta expresión profundiza aún más evidenciando cómo esas memorias han dejado cicatrices difíciles de sanar dentro suyo.

La estructura musical acompaña este relato devastadoramente honesto e íntimo. Conocida por sus ritmos melancólicos y cadentes aún alegres propios provenientes tímidamente nuestros antepasados Dominicanxs extraídos ventwanes modernizados electrónicamente hallaremos ese fiel reflejo intrigridendo latencia rítmica armonías desequilibradamente perfectas supuestamente contradictorias pero novelas…