Yo no ero de Arturo Meza

La letra de la canción "Yo no ero" de Arturo Meza es una poderosa declaración de individualidad y resistencia contra las normas sociales impuestas. A lo largo de la canción, el cantautor desafía las etiquetas y expectativas que otros tienen sobre él, rechazando identidades preconcebidas y roles predeterminados en la sociedad.

El tono desafiante y rebelde de la letra refleja una clara postura anti-establishment, donde el narrador se niega a ser encasillado en categorías convencionales. A través de versos como "YO NO TE VENDO NADA, YO NO QUIERO ESE AMOR" o "YO NO CREO EN TUS MENTIRAS, TAMPOCO EN ESTA CANCIÓN", se percibe una actitud de autoafirmación y rechazo a aceptar las imposiciones del sistema.

Arturo Meza cuestiona las estructuras sociales, políticas y culturales establecidas en la sociedad mexicana (como se sugiere en versos como "ESA ES LA DIFERENCIA, YO NO ME TOMÉ LA FOTO"), mostrando su inconformidad con la corrupción gubernamental ("CHINGUE A SU MADRE EL GOBIERNO") y su negativa a participar en un sistema que considera injusto y opresivo.

La referencia al movimiento zapatista muestra la conexión del artista con luchas sociales y políticas pasadas y presentes en México, evidenciando su compromiso con la justicia social y la resistencia contra la opresión. El rechazo a las instituciones educativas tradicionales ("YO NO CREO EN LOS IMPUESTOS, TAMPOCO EN LA EDUCACIÓN") también refleja una crítica al sistema académico establecido.

A lo largo de la canción, Meza construye una identidad propia basada en sus propias convicciones y valores, desmarcándose de los estereotipos impuestos por la sociedad. Su mensaje es claro: no busca cumplir con expectativas ajenas ni ser parte de un sistema que considera corrupto e ineficaz. Se niega a ser catalogado o limitado por convenciones sociales preestablecidas.

En definitiva, "Yo no ero" es una declaración audaz de autonomía personal, rebeldía y resistencia contra las normas impuestas por una sociedad que pretende encasillar a sus individuos. Arturo Meza desafía las convenciones con cada verso de esta canción, afirmando su identidad única e inquebrantable frente a un mundo que intenta definirlo según sus propios términos.