MARACUYA de Babasónicos

La canción 'Maracuyá' de Babasónicos es una envolvente exploración sobre el amor, la frustración y el inevitable sufrimiento que acompaña las relaciones que, a pesar de estar cargadas de deseo, se enfrentan a la dura realidad del desencuentro. Publicada en 2025 como parte de su álbum 'Cuerpos, Vol. 1', este tema captura la esencia del pop alternativo argentino con su distintivo estilo lírico y sonoro.

Desde los primeros versos, se establece un tono melancólico e introspectivo. El protagonista reflexiona acerca de cómo las metas y anhelos pueden llevarnos a una trampa emocional donde reconfirmamos la imposibilidad de compartir un espacio vital con otra persona. La repetición de frases como "Nadie quiere sufrir" resuena a lo largo de todo el texto, enfatizando una resistencia hacia el dolor que suelen traer las relaciones fallidas. Esto plantea una tensión entre el anhelo por alcanzar un tipo ideal de conexión y la dolorosa aceptación de que tal vez esta conexión no sea posible.

El uso del maracuyá como metáfora central aporta una dimensión rica al significado de la letra. La fruta, conocida por su pulpa viscosa y su personalidad agridulce, simboliza la naturaleza complicada del amor y las relaciones humanas: algo atractivo pero potencialmente desgarrador. A través de esta imagen, los sentimientos intensos se convierten en experiencias sensoriales que evocan placer y desasosiego al mismo tiempo.

En el transcurso del tema, continuamos viendo cómo el protagonista anhela pero también teme esa intimidad; una ansiedad palpable emana en frases como "Algo ensordecedor" donde confronta sus deseos más profundos junto con el reconocimiento del riesgo implicado. El contraste entre deseo y miedo se presenta como un eco recurrente dentro de la canción. Este dilema resulta aún más evidente al mencionarse “cuerpo a cuerpo”, donde lo físico toma protagonismo en medio del caos emocional; es un convite tanto a perderse en la pasión como a dejarse arrastrar por los remolinos del desengaño.

El estribillo refuerza estas ideas mediante un juego constante entre acción física —el "cuerpo"— y lo etéreo —la "pulpa", haciendo referencia a lo intangible que queda después del contacto íntimo. Con cada repetición, Babasónicos lleva al oyente a sumergirse profundamente en ese mar conceptual donde se entrelazan amor intenso y sufrimiento inevitable.

Al llegar al clímax lírico con "Somos lo que deshicimos", hay una respuesta resignada hacia el trabajo emocional invertido en relaciones que no lograron cumplir expectativas alguna. Aquí ya no hay lugar para explicaciones; simplemente hay aceptación ante lo vivido y desechado.

Además de su particular lirismo, 'Maracuyá' habla también sobre la comunicación fallida entre dos personas que han compartido mucho pero aún así deben asumir sus decisiones individuales: “La lengua me la reservo”. Esta idea refleja otra faceta esencial: cuántas cosas quedan sin decir aunque ambas partes sean conscientes del juego emocional involucrado.

En cuanto al contexto cultural en el cual surge esta obra, Babasónicos ha sido históricamente conocido por explorar temas complejos alrededor del amor, sexualidad e identidad desde una perspectiva moderna y atrevida. Su habilidad para mezclar sonidos contemporáneos con letras reflexivas les permite conectarse profundamente con diversas generaciones amantes del rock alternativo latinoamericano.

Así pues, 'Maracuyá' trasciende más allá de una simple pieza musical para abrir las puertas hacia un diálogo interno sobre las dinámicas volátiles que enfrentamos cuando nos atrevemos a amar, poniendo sobre la mesa conceptos centrados tanto en autocompasión como en honestidad cruda ante nuestros propios deseos frustrados.