Lo que te llevas de El Último Ke Zierre

"Lo que te llevas" es una canción interpretada por El último ke zierre, donde se aborda el tema de la ambición desmedida y la reflexión sobre lo efímero de la vida y las posesiones terrenales. La letra comienza planteando la pregunta sobre la razón detrás de tanta ambición, recordando que todo tiene un final inevitable. Se hace énfasis en que no existe castigo ni lugar más allá de esta vida, ni razón o prohibición que justifiquen las ambiciones egoístas.

El mensaje principal de la canción parece ser una crítica hacia aquellos que buscan acumular riquezas y poder sin considerar las consecuencias o el impacto negativo que esto puede tener en su vida y en la sociedad en general. Se cuestiona si realmente vale la pena entregarse a la ambición desmedida cuando al final, todo se desvanece y no se puede llevar nada consigo al más allá.

El narrador expresa su preferencia por disfrutar de los placeres simples como saborear la miel sin complicaciones, en lugar de entrar en una carrera por acumular riquezas materiales o poder. Se muestra reacio a sucumbir al miedo impuesto por otros y prefiere vivir su propia vida sin ataduras ni reglas impuestas por una sociedad obsesionada con el éxito material.

La letra también hace alusión a la fugacidad del tiempo y destaca la importancia de vivir plenamente cada momento, quemando el tiempo como si no hubiera un mañana. Se rechaza cualquier idea de un dios basado en el miedo y se invita a mirar más allá de las apariencias para encontrar significado en lo simple e intrascendente.

En cuanto a sonoridad, El último ke zierre mezcla elementos punk rock con letras comprometidas socialmente y con críticas políticas claras. La banda ha sido conocida por mantenerse fiel a sus valores ideológicos y provocar reflexiones entre sus seguidores.

En definitiva, "Lo que te llevas" invita a reflexionar sobre nuestras prioridades en la vida, recordándonos que al final del día, lo verdaderamente importante no son las posesiones materiales sino los momentos compartidos, los pequeños placeres cotidianos y el valor intrínseco de cada experiencia vivida. Una llamada a liberarse de las ataduras del consumismo desenfrenado y buscar significado en lo sencillo y auténtico.