Bendita de Estilo Libre
Letra de Bendita
Antes de empezar, si estas escuchando esto, te quiero pedir que te suscribas al canal
Y actives la campanita para que la plataforma te avise cada vez que yo suba un nuevo vídeo
Todos los derechos de las letras están reservados a la pagina de poemas YaVendrás
Tengo un gran material que es necesario, pues entonces rapeare al estilo librе
Disfruten este rap basado еn un poema, gracias por su atención
Un sauce de cristal, un chopo de agua
Un alto surtidor que el viento arquea
Un árbol bien plantado mas danzante
Un caminar de río que se curva
Avanza, retrocede, da un rodeo
Y llega siempre:
Un caminar tranquilo
De estrella o primavera sin premura
Agua que con los párpados cerrados
Mana toda la noche profecías
Unánime presencia en oleaje
Ola tras ola hasta cubrirlo todo
Verde soberanía sin ocaso
Como el deslumbramiento de las alas
Cuando se abren en mitad del cielo
Un caminar entre las espesuras
De los días futuros y el aciago
Fulgor de la desdicha como un ave
Petrificando el bosque con su canto
Y las felicidades inminentes
Entre las ramas que se desvanecen
Horas de luz que pican ya los pájaros
Presagios que se escapan de la mano
Una presencia como un canto súbito
Como el viento cantando en el incendio
Una mirada que sostiene en vilo
Al mundo con sus mares y sus montes
Cuerpo de luz filtrado por un ágata
Piernas de luz, vientre de luz, bahías
Roca solar, cuerpo color de nube
Color de día rápido que salta
La hora centellea y tiene cuerpo
El mundo ya es visible por tu cuerpo
Es transparente por tu transparencia
Voy entre galerías de sonidos
Fluyo entre las presencias resonantes
Voy por las transparencias como un ciego
Un reflejo me borra, nazco en otro
Oh bosque de pilares encantados
Bajo los arcos de la luz penetro
Los corredores de un otoño diáfano
Voy por tu cuerpo como por el mundo
Tu vientre es una plaza soleada
Tus pechos dos iglesias donde oficia
La sangre sus misterios paralelos
Mis miradas te cubren como yedra
Eres una ciudad que el mar asedia
Una muralla que la luz divide
En dos mitades de color durazno
Un paraje de sal, rocas y pájaros
Bajo la ley del mediodía absorto
Vestida del color de mis deseos
Como mi pensamiento vas desnuda
Voy por tus ojos como por el agua
Los tigres beben sueño de esos ojos
El colibrí se quema en esas llamas
Voy por tu frente como por la luna
Como la nube por tu pensamiento
Voy por tu vientre como por tus sueños
Tu falda de maíz ondula y canta
Tu falda de cristal, tu falda de agua
Tus labios, tus cabellos, tus miradas
Toda la noche llueves, todo el día
Abres mi pecho con tus dedos de agua
Cierras mis ojos con tu boca de agua
Sobre mis huesos llueves, en mi pecho
Hunde raíces de agua un árbol líquido
Voy por tu talle como por un río
Voy por tu cuerpo como por un bosque
Como por un sendero en la montaña
Que en un abismo brusco se termina
Voy por tus pensamientos afilados
Y a la salida de tu blanca frente
Mi sombra despeñada se destroza
Recojo mis fragmentos uno a uno
Y prosigo sin cuerpo, busco a tientas
Corredores sin fin de la memoria
Puertas abiertas a un salón vacío
Donde se pudren todos lo veranos
Las joyas de la sed arden al fondo
Rostro desvanecido al recordarlo
Mano que se deshace si la toco
Cabelleras de arañas en tumulto
Sobre sonrisas de hace muchos años
A la salida de mi frente busco
Busco sin encontrar, busco un instante
Un rostro de relámpago y tormenta
Corriendo entre los árboles nocturnos
Rostro de lluvia en un jardín a obscuras
Agua tenaz que fluye a mi costado
Busco sin encontrar, escribo a solas
No hay nadie, cae el día, cae el año
Caigo en el instante, caigo al fondo
Invisible camino sobre espejos
Que repiten mi imagen destrozada
Piso días, instantes caminados
Piso los pensamientos de mi sombra
Piso mi sombra en busca de un instante
Busco una fecha viva como un pájaro
Busco el sol de las cinco de la tarde
Templado por los muros de tezontle:
La hora maduraba sus racimos
Y al abrirse salían las muchachas
De su entraña rosada y se esparcían
Por los patios de piedra del colegio
Alta como el otoño caminaba
Envuelta por la luz bajo la arcada
Y el espacio al ceñirla la vestía
De un piel más dorada y transparente
Tigre color de luz, pardo venado
Por los alrededores de la noche
Entrevista muchacha reclinada
En los balcones verdes de la lluvia
Adolescente rostro innumerable
He olvidado tu nombre, Melusina
Laura, Isabel, Perséfona, María
Tienes todos los rostros y ninguno
Eres todas las horas y ninguna
Te pareces al árbol y a la nube
Eres todos los pájaros y un astro
Te pareces al filo de la espada
Y a la copa de sangre del verdugo
Yedra que avanza, envuelve y desarraiga
Al alma y la divide de sí misma
Escritura de fuego sobre el jade
Grieta en la roca, reina de serpientes
Columna de vapor, fuente en la peña
Circo lunar, peñasco de las águilas
Grano de anís, espina diminuta
Y mortal que da penas inmortales
Pastora de los valles submarinos
Y guardiana del valle de los muertos
Liana que cuelga del cantil del vértigo
Enredadera, planta venenosa
Flor de resurrección, uva de vida
Señora de la flauta y del relámpago
Terraza del jazmín, sal en la herida
Ramo de rosas para el fusilado
Nieve en agosto, luna del patíbulo
Escritura del mar sobre el basalto
Escritura del viento en el desierto
Testamento del sol, granada, espiga
Rostro de llamas, rostro devorado
Adolescente rostro perseguido
Años fantasmas, días circulares
Que dan al mismo patio, al mismo muro
Arde el instante y son un solo rostro
Los sucesivos rostros de la llama
Todos los nombres son un solo nombre
Todos los rostros son un solo rostro
Todos los siglos son un solo instante
Y por todos los siglos de los siglos
Cierra el paso al futuro un par de ojos
No hay nada frente a mí, sólo un instante
Rescatado esta noche, contra un sueño
De ayuntadas imágenes soñado
Duramente esculpido contra el sueño
Arrancado a la nada de esta noche
A pulso levantado letra a letra
Mientras afuera el tiempo se desboca
Y golpea las puertas de mi alma
El mundo con su horario carnicero
Sólo un instante mientras las ciudades
Los nombres, lo sabores, lo vivido
Se desmoronan en mi frente ciega
Mientras la pesadumbre de la noche
Mi pensamiento humilla y mi esqueleto
Y mi sangre camina más despacio
Y mis dientes se aflojan y mis ojos
Se nublan y los días y los años
Sus horrores vacíos acumulan
Mientras el tiempo cierra su abanico
Y no hay nada detrás de sus imágenes
El instante se abisma y sobrenada
Rodeado de muerte, amenazado
Por la noche y su lúgubre bostezo
Amenazado por la algarabía
De la muerte vivaz y enmascarada
El instante se abisma y se penetra
Como un puño se cierra, como un fruto
Que madura hacia dentro de sí mismo
Y a sí mismo se bebe y se derrama
El instante translúcido se cierra
Y madura hacia dentro, echa raíces
Crece dentro de mí, me ocupa todo
Me expulsa su follaje delirante
Mis pensamientos sólo son su pájaros
Su mercurio circula por mis venas
Árbol mental, frutos sabor de tiempo
Oh vida por vivir y ya vivida
Tiempo que vuelve en una marejada
Y se retira sin volver el rostro
Lo que pasó no fue pero está siendo
Y silenciosamente desemboca
En otro instante que se desvanece:
Frente a la tarde de salitre y piedra
Armada de navajas invisibles
Una roja escritura indescifrable
Escribes en mi piel y esas heridas
Como un traje de llamas me recubren
Ardo sin consumirme, busco el agua
Y en tus ojos no hay agua, son de piedra
Y tus pechos, tu vientre, tus caderas
Son de piedra, tu boca sabe a polvo
Tu boca sabe a tiempo emponzoñado
Tu cuerpo sabe a pozo sin salida
Pasadizo de espejos que repiten
Los ojos del sediento, pasadizo
Que vuelve siempre al punto de partida
Y tú me llevas ciego de la mano
Por esas galerías obstinadas
Hacia el centro del círculo y te yergues
Como un fulgor que se congela en hacha
Como luz que desuella, fascinante
Como el cadalso para el condenado
Flexible como el látigo y esbelta
Como un arma gemela de la luna
Y tus palabras afiladas cavan
Mi pecho y me despueblan y vacían
Uno a uno me arrancas los recuerdos
He olvidado mi nombre, mis amigos
Gruñen entre los cerdos o se pudren
Comidos por el sol en un barranco
No hay nada en mí sino una larga herida
Una oquedad que ya nadie recorre
Presente sin ventanas, pensamiento
Que vuelve, se repite, se refleja
Y se pierde en su misma transparencia
Conciencia traspasada por un ojo
Que se mira mirarse hasta anegarse de claridad:
Yo vi tu atroz escama
Melusina, brillar verdosa al alba
Dormías enroscada entre las sábanas
Y al despertar gritaste como un pájaro
Y caíste sin fin, quebrada y blanca
Nada quedó de ti sino tu grito
Y al cabo de los siglos me descubro
Con tos y mala vista, barajando
Viejas fotos:
No hay nadie, no eres nadie
Un montón de ceniza y una escoba
Un cuchillo mellado y un plumero
Un pellejo colgado de unos huesos
Un racimo ya seco, un hoyo negro
Y en el fondo del hoyo los dos ojos
De una niña ahogada hace mil años
Miradas enterradas en un pozo
Miradas que nos ven desde el principio
Mirada niña de la madre vieja
Que ve en el hijo grande un padre joven
Mirada madre de la niña sola
Que ve en el padre grande un hijo niño
Miradas que nos miran desde el fondo
De la vida y son trampas de la muerte
o es al revés: caer en esos ojos
Es volver a la vida verdadera?
¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
Otros ojos futuros, otra vida
Otras nubes, morirme de otra muerte!
Esta noche me basta, y este instante
Que no acaba de abrirse y revelarme
Dónde estuve, quién fui, cómo te llamas
Cómo me llamo yo:
hacía planes para el verano? y todos los veranos?
En Christopher Street, hace diez años
Con Filis que tenía dos hoyuelos
Donde bebían luz los gorriones?
por la Reforma Carmen me decía
“no pesa el aire, aquí siempre es octubre”
O se lo dijo a otro que he perdido
O yo lo invento y nadie me lo ha dicho?
caminé por la noche de Oaxaca
Inmensa y verdinegra como un árbol
Hablando solo como el viento loco
Y al llegar a mi cuarto? siempre un cuarto?
No me reconocieron los espejos?
desde el hotel Vernet vimos al alba
Bailar con los castaños? “ya es muy tarde”
Decías al peinarte y yo veía
Manchas en la pared, sin decir nada?
subimos juntos a la torre, vimos
Caer la tarde desde el arrecife?
comimos uvas en Bidart?, compramos
Gardenias en Perote?
Nombres, sitios
Calles y calles, rostros, plazas, calles
Estaciones, un parque, cuartos solos
Manchas en la pared, alguien se peina
Alguien canta a mi lado, alguien se viste
Cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos
Madrid, 1937
En la Plaza del Ángel las mujeres
Cosían y cantaban con sus hijos
Después sonó la alarma y hubo gritos
Casas arrodilladas en el polvo
Torres hendidas, frentes esculpidas
Y el huracán de los motores, fijo:
Los dos se desnudaron y se amaron
Por defender nuestra porción eterna
Nuestra ración de tiempo y paraíso
Tocar nuestra raíz y recobrarnos
Recobrar nuestra herencia arrebatada
Por ladrones de vida hace mil siglos
Los dos se desnudaron y besaron
Porque las desnudeces enlazadas
Saltan el tiempo y son invulnerables
Nada las toca, vuelven al principio
No hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres
Verdad de dos en sólo un cuerpo y alma
Oh ser total…
Cuartos a la deriva
Entre ciudades que se van a pique
Cuartos y calles, nombres como heridas
El cuarto con ventanas a otros cuartos
Con el mismo papel descolorido
Donde un hombre en camisa lee el periódico
O plancha una mujer; el cuarto claro
Que visitan las ramas de un durazno;
El otro cuarto: afuera siempre llueve
Y hay un patio y tres niños oxidados;
Cuartos que son navíos que se mecen
En un golfo de luz; o submarinos:
El silencio se esparce en olas verdes
Todo lo que tocamos fosforece;
Mausoleos de lujo, ya roídos
Los retratos, raídos los tapetes;
Trampas, celdas, cavernas encantadas
Pajareras y cuartos numerados
Todos se transfiguran, todos vuelan
Cada moldura es nube, cada puerta
Da al mar, al campo, al aire, cada mesa
Es un festín; cerrados como conchas
El tiempo inútilmente los asedia
No hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio
Abre la mano, coge esta riqueza
Corta los frutos, come de la vida
Tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!
Todo se transfigura y es sagrado
Es el centro del mundo cada cuarto
Es la primera noche, el primer día
El mundo nace cuando dos se besan
Gota de luz de entrañas transparentes
El cuarto como un fruto se entreabre
O estalla como un astro taciturno
Y las leyes comidas de ratones
Las rejas de los bancos y las cárceles
Las rejas de papel, las alambradas
Los timbres y las púas y los pinchos
El sermón monocorde de las armas
El escorpión meloso y con bonete
El tigre con chistera, presidente
Del Club Vegetariano y la Cruz Roja
El burro pedagogo, el cocodrilo
Metido a redentor, padre de pueblos
El Jefe, el tiburón, el arquitecto
Del porvenir, el cerdo uniformado
El hijo predilecto de la Iglesia
Que se lava la negra dentadura
Con el agua bendita y toma clases
De inglés y democracia, las paredes
Invisibles, las máscaras podridas
Que dividen al hombre de los hombres
Al hombre de sí mismo
Se derrumban
Por un instante inmenso y vislumbramos
Nuestra unidad perdida, el desamparo
Que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
Y compartir el pan, el sol, la muerte
El olvidado asombro de estar vivos;
Amar es combatir, si dos se besan
El mundo cambia, encarnan los deseos
El pensamiento encarna, brotan alas
En las espaldas del esclavo, el mundo
Es real y tangible, el vino es vino
El pan vuelve a saber, el agua es agua
Amar es combatir, es abrir puertas
Dejar de ser fantasma con un número
A perpetua cadena condenado
Por un amo sin rostro;
El mundo cambia
Si dos se miran y se reconocen
Amar es desnudarse de los nombres:
“déjame ser tu puta”, son palabras
De Eloísa, mas él cedió a las leyes
La tomó por esposa y como premio
Lo castraron después;
Mejor el crimen
Los amantes suicidas, el incesto
De los hermanos como dos espejos
Enamorados de su semejanza
Mejor comer el pan envenenado
El adulterio en lechos de ceniza
Los amores feroces, el delirio
Su yedra ponzoñosa, el sodomita
Que lleva por clavel en la solapa
Un gargajo, mejor ser lapidado
En las plazas que dar vuelta a la noria
Que exprime la substancia de la vida
Cambia la eternidad en horas huecas
Los minutos en cárceles, el tiempo
En monedas de cobre y mierda abstracta;
Mejor la castidad, flor invisible
Que se mece en los tallos del silencio
El difícil diamante de los santos
Que filtra los deseos, sacia al tiempo
Nupcias de la quietud y el movimiento
Canta la soledad en su corola
Pétalo de cristal en cada hora
El mundo se despoja de sus máscaras
Y en su centro, vibrante transparencia
Lo que llamamos Dios, el ser sin nombre
Se contempla en la nada, el ser sin rostro
Emerge de sí mismo, sol de soles
Plenitud de presencias y de nombres;
Sigo mi desvarío, cuartos, calles
Camino a tientas por los corredores
Del tiempo y subo y bajo sus peldaños
Y sus paredes palpo y no me muevo
Vuelvo donde empecé, busco tu rostro
Camino por las calles de mí mismo
Bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
Caminas como un árbol, como un río
Caminas y me hablas como un río
Creces como una espiga entre mis manos
Lates como una ardilla entre mis manos
Vuelas como mil pájaros, tu risa
Me ha cubierto de espumas, tu cabeza
Es un astro pequeño entre mis manos
El mundo reverdece si sonríes
Comiendo una naranja
El mundo cambia
Si dos, vertiginosos y enlazados
Caen sobre las yerba: el cielo baja
Los árboles ascienden, el espacio
Sólo es luz y silencio, sólo espacio
Abierto para el águila del ojo
Pasa la blanca tribu de las nubes
Rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma
Perdemos nuestros nombres y flotamos
A la deriva entre el azul y el verde
Tiempo total donde no pasa nada
Sino su propio transcurrir dichoso
No pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
Grande como la vida de cien soles)
no pasa nada, sólo un parpadeo?
Y el festín, el destierro, el primer crimen
La quijada del asno, el ruido opaco
Y la mirada incrédula del muerto
Al caer en el llano ceniciento
Agamenón y su mugido inmenso
Y el repetido grito de Casandra
Más fuerte que los gritos de las olas
Sócrates en cadenas” (el sol nace
Morir es despertar: “Critón, un gallo
A Esculapio, ya sano de la vida”)
El chacal que diserta entre las ruinas
De Nínive, la sombra que vio Bruto
Antes de la batalla, Moctezuma
En el lecho de espinas de su insomnio
El viaje en la carretera hacia la muerte
?el viaje interminable mas contado
Por Robespierre minuto tras minuto
La mandíbula rota entre las manos?
Churruca en su barrica como un trono
Escarlata, los pasos ya contados
De Lincoln al salir hacia el teatro
El estertor de Trotsky y sus quejidos
De jabalí, Madero y su mirada
Que nadie contestó: por qué me matan?
Los carajos, los ayes, los silencios
Del criminal, el santo, el pobre diablo
Cementerio de frases y de anécdotas
Que los perros retóricos escarban
El delirio, el relincho, el ruido obscuro
Que hacemos al morir y ese jadeo
Que la vida que nace y el sonido
De huesos machacados en la riña
Y la boca de espuma del profeta
Y su grito y el grito del verdugo
Y el grito de la víctima…
Son llamas
Los ojos y son llamas lo que miran
Llama la oreja y el sonido llama
Brasa los labios y tizón la lengua
El tacto y lo que toca, el pensamiento
Y lo pensado, llama el que lo piensa
Todo se quema, el universo es llama
Arde la misma nada que no es nada
Sino un pensar en llamas, al fin humo:
No hay verdugo ni víctima…
y el grito en la tarde del viernes?, y el silencio
Que se cubre de signos, el silencio
Que dice sin decir, no dice nada?
no son nada los gritos de los hombres?
no pasa nada cuando pasa el tiempo?
No pasa nada, sólo un parpadeo
Del sol, un movimiento apenas, nada
No hay redención, no vuelve atrás el tiempo
Los muerto están fijos en su muerte
Y no pueden morirse de otra muerte
Intocables, clavados en su gesto
Desde su soledad, desde su muerte
Sin remedio nos miran sin mirarnos
Su muerte ya es la estatua de su vida
Un siempre estar ya nada para siempre
Cada minuto es nada para siempre
Un rey fantasma rige sus latidos
Y tu gesto final, tu dura máscara
Labra sobre tu rostro cambiante:
El monumento somos de una vida
Ajena y no vivida, apenas nuestra
la vida, cuándo fue de veras nuestra?
Cuándo somos de veras lo que somos?
Bien mirado no somos, nunca somos
A solas sino vértigo y vacío
Muecas en el espejo, horror y vómito
Nunca la vida es nuestra, es de los otros
La vida no es de nadie, todos somos
La vida? pan de sol para los otros
los otros todos que nosotros somos?
Soy otro cuando soy, los actos míos
Son más míos si son también de todos
Para que pueda ser he de ser otro
Salir de mí, buscarme entre los otros
Los otros que no son si yo no existo
Los otros que me dan plena existencia
No soy, no hay yo, siempre somos nosotros
La vida es otra, siempre allá, más lejos
Fuera de ti, de mí, siempre horizonte
Vida que nos desvive y enajena
Que nos inventa un rostro y lo desgasta
Hambre de ser, oh muerte, pan de todos
Eloísa, Perséfona, María
Muestra tu rostro al fin para que vea
Mi cara verdadera, la del otro
Mi cara de nosotros siempre todos
Cara de árbol y de panadero
De chofer y de nube y de marino
Cara de sol y arroyo y Pedro y Pablo
Cara de solitario colectivo
Despiértame, ya nazco:
Vida y muerte pactan en ti, señora de la noche
Torre de claridad, reina del alba
Virgen lunar, madre del agua madre
Cuerpo del mundo, casa de la muerte
Caigo sin fin desde mi nacimiento
Caigo en mí mismo sin tocar mi fondo
Recógeme en tus ojos, junta el polvo
Disperso y reconcilia mis cenizas
Ata mis huesos divididos, sopla
Sobre mi ser, entiérrame en tu tierra
Tu silencio dé paz al pensamiento
Contra sí mismo airado;
Abre la mano
Señora de semillas que son días
El día es inmortal, asciende, crece
Acaba de nacer y nunca acaba
Cada día es nacer, un nacimiento
Es cada amanecer y yo amanezco
Amanecemos todos, amanece
El sol cara de sol, Juan amanece
Con su cara de Juan cara de todos
Puerta del ser, despiértame, amanece
Déjame ver el rostro de este día
Déjame ver el rostro de esta noche
Todo se comunica y transfigura
Arco de sangre, puente de latidos
Llévame al otro lado de esta noche
Adonde yo soy tú somos nosotros
Al reino de pronombres enlazados
Puerta del ser: abre tu ser, despierta
Aprende a ser también, labra tu cara
Trabaja tus facciones, ten un rostro
Para mirar mi rostro y que te mire
Para mirar la vida hasta la muerte
Rostro de mar, de pan, de roca y fuente
Manantial que disuelve nuestros rostros
En el rostro sin nombre, el ser sin rostro
Indecible presencia de presencias . .
Quiero seguir, ir más allá, y no puedo:
Se despeñó el instante en otro y otro
Dormí sueños de piedra que no sueña
Y al cabo de los años como piedras
Oí cantar mi sangre encarcelada
Con un rumor de luz el mar cantaba
Una a una cedían las murallas
Todas las puertas se desmoronaban
Y el sol entraba a saco por mi frente
Despegaba mis párpados cerrados
Desprendía mi ser de su envoltura
Me arrancaba de mí, me separaba
De mi bruto dormir siglos de piedra
Y su magia de espejos revivía
Un sauce de cristal, un chopo de agua
Un alto surtidor que el viento arquea
Un árbol bien plantado mas danzante
Un caminar de río que se curva
Avanza, retrocede, da un rodeo
Y llega siempre
Verso terminado con 3.815 palabras por CinexfiloMusic
¡Récord mundial Guinness de la canción con mas palabras de la historia superado!
0
0
Tendencias de esta semana
Ya No Te Creo
Karol G
Drone:Nodrone
The Cure
Ya Valió V Mijo
Antonin Padilla
All I Ever Am
The Cure
zarcillos de plata
Judeline
1
carin leon
Ya Lo Sé Que Tú Te Vas ft. Franco de Vita
Juan Gabriel
Kep1er - LE VOYA9E (Traducción al Español)
Genius Traducciones Al Español
No Te Vayas ft. Nahuel Pennisi & Los Nocheros
Marama
Preparame la cena
Calle 13
LA PATRULLA ft. Neton Vega
Peso Pluma
Te Vas
Ozuna
El día que Starman huyó
Love Of Lesbian
0 Sentimientos (Remix)
Jon Z
Ella y Yo (Remix)
Farruko