A fuego de Extremoduro

La canción "A fuego" es una melodía interpretada por Extremoduro, un grupo de rock español reconocido por sus letras profundas y emotivas. La canción forma parte del álbum "Yo, minoría absoluta" y se destaca por su emotiva letra que explora el amor, la búsqueda constante y la intensidad de las emociones.

La letra de la canción comienza con versos como "A fuego lento no se calientan mis huesos / y bajé al infierno a ver cómo se cuecen tus besos", creando una metáfora ardiente que refleja la intensidad del sentimiento amoroso. A lo largo de la canción, el narrador expresa su deseo y anhelo por encontrar los besos perdidos en una cajita, mostrando una especie de búsqueda incansable e implacable por ese amor perdido.

El tema principal que rodea la letra gira en torno a la búsqueda incesante del amor perdido y las emociones intensas que acompañan ese proceso. Las metáforas empleadas permiten al oyente sumergirse en un mundo poético donde las sensaciones son tan vibrantes como incomprensibles. Se revela un sentido profundo de vulnerabilidad y anhelo a lo largo de la canción, dejando al descubierto el sufrimiento interno del narrador mientras busca desesperadamente esos besos perdidos.

Una comparación con otras obras del grupo podría mostrar similitudes en cuanto a la profundidad emocional y lírica utilizada para transmitir mensajes complejos sobre el amor, la vida y las experiencias humanas. Extremoduro se caracteriza por sus composiciones profundamente introspectivas e impactantes, conectando con un público ávido de letras significativas y música auténtica.

Además, el uso recurrente del sol como símbolo luminoso que alegra el día sugiere una dualidad entre la luz y la oscuridad presente en las emociones del narrador. La constante interrogante sobre dónde están los besos prometidos agrega un matiz de desencanto y espera frustrada que resuena a lo largo de toda la canción.

En conclusión, "A fuego" es mucho más que una simple melodía; es una exploración profunda sobre el amor perdido, las emociones intensas y la búsqueda interior constante. Extremoduro logra transmitir estas complejas reflexiones a través de metáforas sugerentes y una lírica apasionada que captura los dilemas del corazón humano con sinceridad e intensidad emocional.

A fuego lento no se calientan mis huesos
y bajé al infierno a ver cómo se cuecen tus besos
cansado de buscar un trocito de cielo
lleno de pelos.

Y a deshora sale un sol alumbrando una esquina y alegrándome el día

Dónde están los besos que te debo?
En una cajita;
que nunca llevo el corazón encima
por si me lo quitan.

Me salgo de mi casa,
me estrello contra la acera;
no puedo recordar qué clase de mundo hay fuera:
salté por la ventana buscando una liana
-¡Árbol va!- y Tarzán al suelo.

Y harto de buscarte siempre a oscuras
y de volverme en puro hielo
tiré toda mi vida a la basura,
y ni las ratas se la comieron.
Nadie me persigue pero yo acelero.
Llaman a mi puerta y yo ya a nadie espero.

Pero dónde están los besos que te debo?
En una cajita;
que nunca llevo el corazón encima
por si me lo quitan.
Pero dónde están los besos que me debes?
En cualquier esquina,
cansados de vivir en tu boquita
siempre a la deriva

Y llega en tu braguita el amor de visita y en mis pantalones entre los cojones.
Voy a tatuarme, azul, una casita
para que allí vivan nuestros corazones.

Y a deshora sale un sol alumbrando una esquina y alegrándome el día.
Dónde están los besos que te debo?
En una cajita;
que nunca llevo el corazón encima
por si me lo quitan.
Pero Dónde están los besos que me debes?
En cualquier esquina,
cansados de vivir en tu boquita
siempre a la deriva

Cuando ya no puedo más saco para respirar
un ratito el corazón, que lo tengo en carne viva;
sólo un poco de calor hace que me vuelva a la vida
y lo pongo a secar al sol escondido en un renglón.

Y a deshora sale el sol alumbrando una esquina y alegrándome el día.

Dónde están los besos que te debo...?