Dice la canción

El duende del parque de Extremoduro

album

Donde estan mis amigos

15 de diciembre de 2011

La canción "El duende del parque" interpretada por Extremoduro nos sumerge en un viaje introspectivo a través de la poesía musical del rock de los años 90. Con un tono melancólico y desafiante, las letras nos llevan a reflexionar sobre la existencia y las emociones humanas en un entorno cambiante.

La canción comienza con versos que hablan de la fugacidad del tiempo y de cómo el protagonista no se detiene a contemplar los cambios que ocurren a su alrededor. Se siente desconectado, como si estuviera navegando a contracorriente, luchando contra sus propias emociones. La aparición de una chica que le sonríe demasiado confunde al narrador, sugiriendo quizás un deseo reprimido o una falta de entendimiento sobre sus propios sentimientos.

A lo largo de la letra, se intercalan metáforas visuales, como arrancar flores o tener flores sembradas afuera de casa, quizás representando la belleza efímera de la vida y el contraste entre lo natural y lo artificial. El personaje se presenta como un duende del parque, una figura misteriosa y ajena a las normas sociales establecidas.

La dualidad entre la aceptación y el rechazo se hace evidente en los versos donde menciona encontrar calor pero no derrumbarse, disfrutar cantar pero no poder actuar según sus deseos más profundos. A pesar de sentirse fuera de lugar, parece encontrar consuelo en su propio mundo interior, incluso visualizando un futuro prometedor e íntimo.

En cuanto al significado más profundo de la canción, podemos interpretarlo como una exploración de la individualidad frente a la sociedad, del anhelo por ser auténtico en un mundo que demanda conformidad. La expresión artística como vía para liberar emociones reprimidas o incomprensibles encuentra su eco en estas letras cargadas de simbolismo y nostalgia.

En términos musicales y líricos, Extremoduro ha sido reconocido por su estilo único dentro del rock español, fusionando letras poéticas con melodías potentes y crudas. Canciones como "El día de mi suerte" o "Salir" comparten esa sinceridad emocionalmente cruda que caracteriza su obra.

Concluyendo, "El duende del parque" es mucho más que una canción; es una ventana hacia los rincones oscuros del alma humana, explorando con valentía temas universales como el amor no correspondido, la búsqueda personal y el descontento existencial. Extremoduro logra crear un espacio seguro para confrontar nuestras propias contradicciones e incertidumbres a través de esta joya musical atemporal.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

Pasan las cosas al compás del tiempo
y yo no me entretengo
ni en mirar pa qué?
Cojo mi ropa
dónde vas? no ves?
que está cambiando el viento
otro lugar y qué?
Que a codo con la sinrazón voy navegando,
que a codazos con mi corazón voy dando tumbos,
que encuentro un poco de calor hoy no me derrumbo,
que una chica me sonríe demasiado para mí.
No arranco flores para ti qué culpa tiene este jardín?
si a ti te va coleccionar bellezas de origen natural;
Me gusta poderte cantar, no me gusta no poderte chupar
Y si no te puedo ver, no me gusta
no me gusta, no me gusta ná.
Afuera de mi casa tengo flores,
sembradas en el campo
como a ellas les gusta estar.
Enciendo muy temprano los motores
me pongo muy contento si las voy a visitar. ¡Ja!
No me conoces
vine ayer de Marte
soy un duende del parque
nada más.
Saco los dientes
soy capaz de andar
en contra la corriente
aparta ya.
Que a codo con la sinrazón voy navegando.
que a codazos con mi corazón voy dando tumbos
que encuentro un poco de calor hoy no me derrumbo.
que hoy la vida me sonríe, demasiado para mí.
Me gusta poder elegir, no me gusta tenerme que callar
si no encuentro drogas por aquí
no me gusta, no me gusta nada este lugar
Mirando por dentro de mí he visto un tipo sin igual
he visto un feliz porvenir, me he visto
follando en cualquier portal.
Afuera de mi casa tengo flores,
sembradas en el campo como a ellas les gusta estar.
Enciendo muy temprano los motores
me pongo muy contento si las voy a visitar. ¡Ja!

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