Poema sobrecogido de Extremoduro

La canción "Poema sobrecogido" interpretada por Extremoduro y parte de su álbum "Para todos los públicos", presenta una profundidad lírica que invita a la reflexión sobre la identidad y la percepción de uno mismo en el mundo. La letra nos sumerge en un viaje introspectivo, donde el protagonista se adentra en su interior para descubrir la presencia de otra entidad dentro de sí mismo, marcando un contraste entre su yo exterior y su yo más profundo.

El vacío que experimenta el protagonista refleja la sensación de desapego y desconexión con su entorno, destacando un diálogo interno entre sus pensamientos y emociones. A través de metáforas como el reflejo borroso o el quejío que se escapa, se profundiza en los conflictos internos del personaje, transmitiendo una sensación de desorientación y pérdida.

La dualidad entre el cuerpo físico y la mente es explorada con versos que sugieren una disociación entre ambos elementos, manifestando una búsqueda de sentido y estabilidad frente a la incertidumbre del existir. La mención a no mirar al tiempo pasado revela un anhelo por liberarse de cargas emocionales pasadas y enfocarse en el presente.

Las referencias a Flor de un día añaden un toque poético a la narrativa, insinuando la fugacidad de ciertas experiencias y emociones efímeras. La repetición del estribillo "Ay ay ay" enfatiza la intensidad emocional del protagonista, transmitiendo una mezcla de ansiedad e inquietud ante lo desconocido.

En cuanto a la estructura musical, se destaca el estilo característico de Extremoduro en el rock urbano, acompañado por letras introspectivas y melódicas que capturan la esencia del mensaje lírico. El uso de instrumentos potentes como guitarras distorsionadas contribuye a crear una atmósfera emotiva que complementa las letras cargadas de significado.

En resumen, "Poema sobrecogido" es una canción que invita a sumergirse en las profundidades del ser humano, explorando temas universales como la identidad, la soledad y el autoconocimiento. A través de su poesía musical, Extremoduro logra transmitir una experiencia sensorial única que resuena en los corazones de quienes buscan comprenderse a sí mismos en un mundo lleno de incertidumbres.

Quise mirar
y entré dentro de mi interior,
y entonces me di cuenta
de que hay alguien más
metido en esta habitación
y escucho lo que piensa.

Hay en el vacío
un reflejo mío

que me habla de otras cosas:
de una luz borrosa
y de sentir;
que me habla desde dentro
y me dice que voy lento
y corrí.

Y de este desvarío
se escapó un quejío.

Si se va,
mi cuerpo se evapora y pierde solidez,
y flota en el vacío de la soledad,
y mi mente no sabe adónde se va a agarrar
si estoy loco perdio.

Al respirar
el aire entra y luego se va,
y ya no es nada mío,
pero algo cambió
en mi manera de pensar,
y ya no soy el mismo.

En cada bocanada
salgo desde nada.

Y veo que algo me crece
y ya no me apetece
mirar
al tiempo pasado,
pues no tengo pensado
regresar

Dijo Flor de un día:
más, me aburriría.

Si se va,
mi cuerpo se evapora y pierde solidez,
y flota en el vacío de la soledad,
y mi mente no sabe adónde se va a agarrar
si estoy loco perdio.

Ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay
y ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay

Y ahora me pregunto a punto de desintegrar,
si no estaré ya en otra parte;
si vivo en un mundo dentro de una realidad
que no me corresponde.

Si se va,
mi cuerpo se evapora y pierde solidez,
y flota en el vacío de la soledad,
y mi mente no sabe a dónde se va a agarrar
si estoy loco perdio.