La canción "Niña" interpretada por Hombres G, perteneciente al álbum "Resurrección", es un claro ejemplo de una balada pop que aborda temas de amor y devoción. En la letra, el cantante expresa su sentir hacia su amada, a quien llama "niña". A lo largo de la canción, se evidencia la profunda conexión emocional que siente hacia ella, destacando la importancia que tiene en su vida.
El protagonista insta a su amada a no sacarle los colores ni a esperar flores de él, revelando quizás una falta de recursos materiales para demostrar su amor. Sin embargo, le pide que no llore ni le mire ni toque con esos ojos que lo deslumbran cada noche. Es un sentimiento puro e intenso que trasciende las barreras físicas y materiales.
En el coro, el cantante busca ser la calma de su amada y anhela ser guiado por ella. Pide una oportunidad, romper una lanza por él, evidenciando la necesidad de reciprocidad en el amor. La frase "No quiero besos que no sean en tus brazos" demuestra la exclusividad del sentimiento hacia ella y reafirma su deseo de compartir todo con ella.
La repetición del término "Niña" a lo largo de la canción enfatiza el cariño y cuidado con el que se dirige a ella. Se puede interpretar como una expresión de ternura y admiración hacia su pareja. Además, la referencia constante a buscar luz en sus ojos sugiere que ella es su fuerza motriz y razón para seguir adelante.
En cuanto al contexto de la canción, "Niña" fue lanzada como parte del álbum "Resurrección" de Hombres G en 1986. Este grupo español logró consolidarse como una referencia en el pop rock español durante los años 80 y 90.
En comparación con otras composiciones del grupo Hombres G, "Niña" destaca por su emotividad y romanticismo latente en cada estrofa. Aunque muchas de sus canciones abordan temáticas amorosas, esta destaca por su delicadeza en las letras y melodía.
En resumen, "Niña" es una muestra clara del talento poético del grupo Hombres G al transmitir emociones profundas mediante letras sencillas pero cargadas de significado. La canción explora la fragilidad del amor y muestra cómo incluso los gestos más pequeños pueden expresar un sentimiento genuino e inquebrantable hacia quien amamos.