Historias de Vida y Placer de Izal

La letra de la canción "Historias de Vida y Placer" de Izal es una composición introspectiva que aborda temas profundos como la soledad, la mentira y la esperanza. A lo largo de la canción, se desarrolla un retrato emocional de un individuo que se siente invadido por la oscuridad y el encierro pero que aún busca destellos de luz y redención en medio del caos.

El primer verso nos sumerge en un escenario desolador, donde el protagonista se siente devorado por las circunstancias adversas hasta quedar reducido a nada más que "alimento". La metáfora del cuerpo como sustento para los demás refleja una sensación de desgaste y abandono. A pesar de colgar carteles de "no molestar", no logra escapar del incendio interno que consume su paz.

A medida que avanza la canción, se evidencia una pizca de esperanza con la llegada de algo de luz a esa celda emocional. Sin embargo, la libertad sigue siendo un reclamo distante y doloroso, representado por los golpes secos que resuenan en su mente. El deseo de liberación contrasta con las historias narradas, donde se exaltan momentos idílicos llenos de sol y placer, lejos del alcance actual.

La dualidad entre realidad y fantasía se hace patente cuando el protagonista comienza a tejer mentiras y trampas para evadirse temporalmente de su propia existencia. La busca efímera por tocar alegría con sus dedos solo parece conducirlo más profundo hacia el entierro simbólico con flores hasta el cuello.

En cuanto a los datos curiosos sobre la canción "Historias de Vida y Placer", cabe destacar que forma parte del álbum "Copacabana" lanzado por Izal en 2015. Este tema ha sido destacado por su introspección lírica y su capacidad para conectar con las emociones del oyente, siendo considerado uno de los puntos culminantes del disco.

En resumen, la canción "Historias de Vida y Placer" es un viaje emotivo a través de las contradicciones internas del ser humano, explorando la lucha entre la realidad deprimente y el anhelo utópico. Izal logra plasmar esta dualidad en una narrativa poética cargada de simbolismos y reflexiones profundas, creando así una pieza musical poderosa e impactante para el público.

Y ahora que he vuelto a convertir mi cuerpo en alimento
Y no han dejado ni si quiera huesos,
Lamieron las bandejas en el suelo.
Y ahora que cuelgo carteles de “no moleste” en mi sueño,
Y salto de la cama hasta el incendio
Y todos hacen palmas si me duermo.

Y ahora que empieza a entrar algo de luz en nuestra celda
No dejamos de escuchar como nos gritan libertad ahí fuera.
Solo nos queda esperar que la turba tire la puerta
Con golpes secos que me llenan la cabeza.

Cuentan historias de vida y placer,
De soles que arden en tardes que no han de volver,
De mundos libres y de amantes que bailan desnudos
Y entre los bailes te juro que escucho tu voz...
Otra vez.

Y ahora que miento calculo las distancias y el momento,
Planeo las mentiras y me invento
Maneras de hacer trampas en el juego.
Y si me pierdo y vuela mi cabeza por el cielo,
Tocando la alegría con los dedos,
Me enterraré con flores hasta el cuello.

Y ahora que empieza a entrar algo de luz en nuestra celda
No dejamos de escuchar como nos gritan libertad ahí fuera.
Solo nos queda esperar que la turba tire la puerta
Con golpes secos que me llenan la cabeza.

Cuentan historias de vida y placer,
De soles que arden en tardes que no han de volver,
De mundos libres y de amantes que bailan desnudos
Y entre los bailes te juro que escucho tu voz.

Y me cuentas historias de vida y placer,
De soles que arden en tardes que no han de volver,
De mundos libres y de amantes que bailan desnudos
Y entre los bailes te juro que escucho tu voz...

(Enviada por José Manuel Resúa)