Tres otoños de Nach Scratch

La letra de la canción "Tres otoños" de Nach Scratch es un relato emotivo que narra una historia de amor que llega a su fin. A través de metáforas y referencias cinematográficas y literarias, el artista retrata los momentos felices compartidos con su pareja, destacando la complicidad y la conexión emocional presente en la relación. Sin embargo, el quiebre ocurre cuando se menciona la frase "Tenemos que hablar", marcando un cambio brusco en la dinámica de la pareja.

El narrador expresa sentimientos de vacío y soledad tras la separación, describiendo cómo se siente perdido sin su compañera. La sensación de aflicción se refleja en imágenes poéticas como "que mi cama llora" y "la casa no se limpia sola", revelando una profunda melancolía por la ausencia del ser amado. Asimismo, la letra hace alusión a la dificultad de adaptarse a la vida solitaria, mostrando el impacto emocional que ha tenido el rompimiento en el protagonista.

En cuanto a los datos curiosos sobre esta canción, cabe destacar que pertenece al álbum "Cazadores de Instantes" de Nach Scratch, un reconocido exponente del hip hop y rap español. La colaboración con DJ Joaking en este tema añade una capa adicional de profundidad musical a la composición, fusionando ritmos urbanos con letras reflexivas y cargadas de emotividad.

En resumen, "Tres otoños" es una canción que aborda las complejidades del amor y las consecuencias emocionales de una ruptura sentimental. A través de su narrativa introspectiva y evocadora, Nach Scratch logra capturar la esencia del desamor y transmitir esa sensación de desolación que acompaña al final de una relación significativa. La melancolía impregna cada verso, resonando en cada nota y recordándonos que incluso las historias más bellas pueden llegar a su fin abruptamente.

Eramos dos caras sorprendidas, dos promesas
Dos copas de vino brindando en la mesa.
Eramos dos premisas de Artemisa y su atracción
Diez dedos que enlazaban a la perfección.
Eramos dos mirlos compartiendo sushi
Escribiendo en post-its las cosas más cursis.
Eramos coreografías obscenas sobre la almohada
Escenas de pornografía tan sofisticadas.
Eramos dos Starks en Juego de Tronos
Yo era tu superstar , tú mi Yoko Ono.
Yo te acariciaba el pelo y tus ojos eran bengalas
Tú me rascabas la espalda queriendo sacar mis alas.
Hasta si gritabas era oír cantar a un cisne
Si todo era una mierda, ir a casa era entrar en Disney
Pero el cuento terminó con una frase:
(-Tenemos que hablar.)
Cómo dejamos que pasase?
No miento si te digo que esto es un desastre ahora,
Que mi cama llora y que la casa no se limpia sola
Que he abandonado mis textos y mis amigos
¡y que importa si no puedo compartirlos ya contigo!
Que se me hace duro cocinar para uno
Y desear otras caras si aún me ciega el humo
Y un recuerdo que aún conservo aunque me salga caro
Hoy soy un ácaro atrapado entre el polvo del pasado.