Tenía Que Decírtelo de Quique González

La letra de la canción "Tenía Que Decírtelo" de Quique González es una profunda reflexión sobre diversas situaciones y emociones que atraviesa una persona en su vida. A través de metáforas y descripciones vívidas, la canción nos sumerge en un universo donde se entrelazan elementos cotidianos con sentimientos complejos.

En la primera estrofa, se mencionan imágenes aparentemente inconexas como un streptiss en un piano de cola, un milagro en el cine o el casino en llamas. Estas descripciones dan cuenta de una realidad caótica y surrealista, reflejando quizás la complejidad del mundo contemporáneo y las crisis personales o sociales que enfrentamos. La letra también hace alusión a objetos comunes como una cafetera oxidada o una escopeta cargada, sugiriendo una sensación de nostalgia y decadencia.

La repetición del estribillo "Ya están aquí para cubrir el expediente, los presidentes de la desesperación" refuerza la idea de la presencia constante de situaciones difíciles o problemáticas en la vida. El uso metafórico del cuchillo entre los dientes evoca una sensación de tensión y confrontación, como si el narrador estuviera preparado para luchar contra lo adverso.

En el verso "Quién quiere abandonar el edificio ya, lo raro es no sentirse fuera de lugar", se plantea una reflexión existencial sobre la sensación de alienación o extrañeza que puede experimentar una persona en determinados contextos. La canción invita a cuestionar las convenciones sociales y a explorar los límites entre lo familiar y lo desconocido.

En cuanto a datos curiosos sobre la canción, "Tenía Que Decírtelo" forma parte del álbum "Delantera Mítica" lanzado por Quique González en el año 2013. A lo largo de su carrera, González se ha destacado como un talentoso cantautor dentro del género pop rock español, cultivando un estilo único y emotivo.

En resumen, "Tenía Que Decírtelo" es una canción que invita a la reflexión sobre la vida, el amor, las dificultades y los momentos de introspección. Con su poética construcción narrativa e imágenes evocativas, Quique González logra transmitir emociones profundas e invitar al oyente a sumergirse en su universo sonoro y lírico.

1, 2, 3, y...

Un streptiss encima de un piano de cola,
Un milagro, que ocurre en el cine.
El casino en llamas, las escarbadoras,
De los años felices.
Un vestido de novia, pagado con dinero negro,
La cazadora del trueno, de las noches de euforia.
Esta mañana los pájaros huyeron del nido,
Usando pasaportes falsos,
Y el cartero ha dejado un aviso,
Del servicio de inmigración.

La escopeta cargada, al lado de la mecedora,
La cafetera oxidada, de los lunes al sol.

Ya están aquí para cubrir el expediente,
Los presidentes de la desesperación,
Ya están aquí, con el cuchillo entre los dientes,
Tenía que decírtelo.

Un eclipse total desde segunda fila,
Te asusta, pero no te importa.
Alguien juega a salvarte la vida,
Con la estrategia de un predicador.
Te conoce bien, te gana en las distancias cortas,
Con el estado de gracia de los últimos shows.

Ya están aquí para cubrir el expediente,
Los presidentes de la desesperación,
Ya están aquí, con el cuchillo entre los dientes,
Tenía que decírtelo.

Quién quiere abandonar el edificio ya,
Lo raro es no sentirse fuera de lugar.

Tenía que decírtelo...
Tenía que decírtelo...
Tenía que decírtelo...
Tenía que decírtelo...
Tenía que decírtelo.