La canción "Kodama" de Alcest, lanzada en 2016 como parte del álbum homónimo, se desliza entre las texturas del blackgaze y el shoegaze, estilos que el grupo ha adoptado para crear una experiencia musical única y etérea. Alcest, originario de Francia y liderado por Neige, es conocido por su capacidad para combinar elementos del metal con melodías delicadas y atmosféricas. En esta ocasión, cuenta con letras escritas en un estilo poético e introspectivo que invita a la reflexión.
El título "Kodama" hace referencia a los espíritus de los árboles en la mitología japonesa, lo que ya nos sugiere una conexión con la naturaleza y aspectos espirituales profundos presentes en la letra. Si bien la letra es mayormente abstracta y no sigue una narrativa lineal tradicional, evoca un sentido de conexión con lo místico y lo natural. Este collage lírico parece ser un canto casi ritualista que se repite a través de sonidos que provocan una sensación hipnótica.
Al analizar el significado detrás de la letra, encontramos una rica capa emocional llena de sensibilidad. Aunque las palabras pueden parecer indescifrables o simples a primera vista, hay un trasfondo más profundo sobre la búsqueda de identidad y pertenencia que resuena durante toda la pieza. A través de sus sonidos etéreos, el protagonista parece sumergirse en un viaje interior hacia lo desconocido, explorando emociones como nostalgia y anhelo por la conexión con uno mismo y con el entorno natural.
Las reiteraciones líricas pueden interpretarse como una forma de mantra o invocación, sugiriendo una búsqueda casi espiritual: el deseo de trascender más allá de lo ordinario hacia algo sublime e inexplicable. La repetición actúa como un vehículo para intensificar estos sentimientos profundos donde cada resonancia genera capas adicionales de emoción.
El tono emocional oscila entre lo melancólico y lo esperanzador; es como si se transformara constantemente mientras el protagonista refleja sobre su existencia dentro del mundo natural. Esta relación no solo habla del amor hacia el entorno sino también sobre cómo este vínculo nos define a nivel personal. La elección del francés antiguo en algunas partes también suma al aura nostálgica que envuelve toda la obra.
Por otro lado, comparando "Kodama" con otras obras del mismo artista podemos ver cómo Alcest ha mantenido esa característica esencial: fusionar elementos aparentemente dispares para construir algo nuevo que desafía géneros musicales convencionales. Si bien canciones anteriores tocaron temas similares sobre naturaleza y espiritualidad, este tema se siente particularmente consolidado al integrar melodías más complejas rodeadas por distorsiones que recuerdan momentos más oscuros en contraste con las partes suaves.
El contexto cultural en el cual fue lanzada esta canción también es relevante; à medida que crece nuestra conciencia respecto al medio ambiente y nuestras conexiones personales con él podemos apreciar "Kodama" no solo como un ejercicio sonoro sino también como un recordatorio imperativo sobre nuestra posición dentro del ecosistema global.
En resumen, "Kodama" representa mucho más que solo una serie de notas musicales o versos líricos; es un viaje sonoro destinado a fomentar introspección profunda sobre nuestro lugar ligero pero complicado dentro del tejido vital terrestre. Alcest utiliza este lienzo musical no sólo para explorar su propia identidad artística sino también para involucrar al oyente en un diálogo animado entre lo humano y lo natural.