La canción "Siempre Es De Noche" de Alejandro Sanz, incluida en su álbum "Más" lanzado en 1997, es una obra que se adentra en la complejidad de las emociones humanas y la lucha interna por el amor y la conexión. A través de una lírica exquisita, Sanz logra transmitir un sentimiento profundo de anhelo y melancolía, encapsulando la sensación de que a pesar de los momentos iluminadores que pueden surgir, siempre existe una sombra persistente.
Desde el inicio, el protagonista se muestra contemplativo; observa cómo cae el sol mientras conversa con alguien especial. Esta imagen resuena con la idea del atardecer como un símbolo de belleza fugaz pero también trae consigo una nostalgia palpable. La suerte del protagonista radica en compartir ese momento con “la mitad del cuento,” lo cual establece inmediatamente un tono romántico y casi poético. La forma en que describe cómo sus ojos son guiados por la voz de su interlocutora genera una intimidad notable entre ambos personajes.
El mensaje central parece girar en torno al contraste entre luz y oscuridad. Aunque el protagonista puede experimentar instantes de alegría y esperanza al lado de su amada —como cuando menciona que “a tu lado puedo olvidar” — siempre regresa a esa noción sombría donde “siempre es de noche.” Este término "noche" simboliza no solo la tristeza o soledad que siente el protagonista, sino también un estado emocional donde está atrapado. A medida que avanza la letra, se exploran sentimientos contradictorios: ese deseo ardiente por estar cerca contrasta con la desilusión implícita en saber que su amada eventualmente se alejará.
También se percibe una reflexión sobre las relaciones efímeras. La repetición del mañana plantea dudas sobre si ella volverá a iluminar nuevamente su vida. Sin duda hay un juego sutil entre lo efímero y lo permanente: aunque él desea estar presente cada instante posible, sabe que estos momentos son transitorios. Aunque haya algo mágico en su conexión —resumido cuando afirma que "su alma hoy brilla con más fuerza"— permanece subyacente ese canto a lo inevitable: volverán las noches oscuras.
Adicionalmente, hay un elemento irónico hacia el final donde se hace referencia a cartas personales; resalta cómo los protagonistas pueden ser conscientes tanto del tiempo perdido como del sufrimiento asociado a esta distancia emocional. Cuando menciona que ya jamás se harán reproches porque intentaron buscar un amanecer juntos, se señala tanto la resignación como una especie de liberación emocional.
El estilo lírico característico de Sanz incorpora metáforas visuales evocadoras, brindando a los oyentes imágenes claras para navegar por sus emociones. Su uso del lenguaje es deliberadamente sencillo pero cargado; por ejemplo, comparar a su amante con luna introduce luz como sinónimo de amor mientras reclama metafóricamente cuán bella es ella realmente al asegurar “más que la luna”.
Además, contextualizando culturalmente el tema tratado en "Siempre Es De Noche", podría decirse que refleja las inquietudes generacionales finales del siglo XX; muchos jóvenes buscaban formas auténticas para expresar amor interrumpido o no correspondido incluso dentro contextos benignos similares a los pintados por Sanz.
Comparada con otras canciones dentro del repertorio de Alejandro Sanz —como "Corazón Partío”— podemos notar similitudes temáticas sobre desamor producto tanto huellas emocionales dolorosas como momentos efímeros llenos cariño genuino e idealización romántica.
Esta balada reside firmemente entre reflexiones sobre el amor idealizado y panoramas humanos vulnerables nos recordando constantemente cuánto vale intentar vivir esos instantes infinitos aunque muchas veces sean transitorios; capturando así justo ese espíritu nostálgico encantador tan característico del artista español extraordinario que ha sabido cautivar generaciones enteras.
Sanz crea otro universo inmenso donde lidia meticulosamente entre esperanzas frágiles acompañadas melodías eternas… recordándonos siempre qué tan entrañable resulta abrazar las luces aún alrededor dándonos consuelo durante nuestras noches más tortuosas al ritmo emotivo sonoro maravilloso envuelto delicadamente dentro cada verso apasionante expuesto magistralmente durante esta interpretación.