La canción "Capricorn" de Braid, incluida en su álbum "Lucky to be alive", nos sumerge en una atmósfera introspectiva y poética a través de sus letras aparentemente crípticas. La lírica gira en torno a la idea de ser pequeño o insignificante en el presente, pero con la promesa de un futuro que llegará antes de que la tierra se mueva hacia el invierno, haciendo alusión al signo zodiacal Capricornio.
El narrador menciona sentirse como regaliz y cómo esta sensación se pega tan bien, estableciendo una metáfora intrigante que podría referirse a la pegajosidad emocional o las conexiones profundas con otra persona. Existe la negación de estar bajo el influjo de las estrellas, aunque es temprano para afirmarlo rotundamente.
Se aborda la idea de mentir mientras uno está en la cama, lo cual podría simbolizar la vulnerabilidad o intimidad compartida entre dos personas. La repetición del verso "be little for now" refuerza el concepto de paciencia y espera por un tiempo más propicio, asociado con el mes de diciembre en un juego astrológico.
En otro fragmento, una voz femenina expresa que él es difícil de escuchar y cuestiona si ella crecerá a pesar de eso, aceptando aparentemente su destino según las palabras del otro. La referencia visual a no poder mirar al cielo sin ver más allá puede ser interpretada como una sugerencia de profundidad emocional o perspectiva amplia sobre las situaciones.
La reflexión sobre no estar dentro de sus estrellas cierra la canción con un aire misterioso y abierto a interpretaciones diversas. La letra juega con símbolos astrológicos y temporales para construir una narrativa cargada de significado oculto y potencialidades interpretativas para el oyente.
En cuanto al contexto cultural en el que se lanzó la canción en 2011, Braid se movía dentro del ámbito del emo indie rock, reflejando una época donde lo introspectivo y melancólico tenía relevancia musical. La estructura musical podría caracterizarse por un sonido indie característico, acompañado posiblemente por guitarras distorsionadas y ritmos marcados propios del género.
En resumen, "Capricorn" nos invita a sumergirnos en su universo lírico complejo e íntimo, donde cada frase parece encerrar múltiples capas de significado esperando ser descubiertas. Braid logra transmitir emotividad y ambigüedad a través de sus letras aparentemente simples pero cargadas de simbolismo sutil e intrigante.