La canción "Velhos Tempos", interpretada por Casuarina y con la colaboración de Bispo, es un homenaje profundo a la herencia cultural del samba y una reflexión sobre el pasado en el contexto brasileño. Desde su lanzamiento el 13 de junio de 2018, se ha convertido en una pieza significativa para aquellos que valoran la historia del samba y su evolución a lo largo del tiempo.
La letra evoca nostálgicamente los "velhos tempos" (viejos tiempos), donde figuras emblemáticas como Sinhô, Donga y Pixinguinha dan vida al recuerdo de una época rica en música auténtica y simplicidad. A través de imágenes vibrantes como "na casa da Tia Ciata, vatapá e xinxim de galinha", el protagonista nos transporta a un espacio que no solo era físico, sino simbólico: la cuna del samba. Este lugar se convierte en un refugio para los poetas y artistas, que se concentraban en noches llenas de luz tenue proporcionada por lampiões.
El mensaje central refleja una apreciación por la humildad y genuinidad presentes en el pasado. En un mundo donde "la riqueza" parece haber desplazado lo esencial, el protagonista lamenta cómo ese samba original ha ido desapareciendo con el tiempo. Se contempla una ironía sutil en su forma de recordar; aunque reconoce las limitaciones materiales que existían entonces, también las valora como elementos que favorecían la autenticidad creativa. La línea sobre querer vivir “en aquella geração” indica un deseo no solo de retroceder temporalmente, sino de experimentar una conexión más profunda con sus raíces culturales.
A nivel emocional, este tema revela dos capas: una tristeza melancólica por lo perdido y un reverente sentido admirativo hacia quienes alimentaron esas tradiciones. La nostalgia no surge únicamente como un anhelo personal; asimismo, representa la búsqueda colectiva por recuperar ciertos valores empatados con identidad cultural. El tono introspectivo redefine la figura del artista como quien vive no solo para crear arte nuevo, sino también para rendir homenaje a sus predecesores.
En cuanto a temas recurrentes y motivos dentro de la letra, podemos observar el papel crucial que juega la comunidad en el nacimiento y desarrollo del samba. Hay menciones claras sobre compartir experiencias culinarias y artísticas que subrayan esa interconexión social esencial durante esos “velhos tempos”. La referencia específica a lugares emblemáticos como Praça Onze enfatiza esta proximidad comunitaria que alimentó un riquísimo intercambio cultural.
Comparando esta obra con otras piezas del repertorio de Casuarina o similares dentro del género del samba brasileño contemporáneo se observa que muchos artistas asumen una postura reflexiva respecto al patrimonio musical del país. Han surgido diversas interpretaciones modernas que incorporan estos elementos tradicionales pero sin perder el respeto ni desdibujar su significado primigenio. En este sentido, “Velhos Tempos” actúa tanto como puente entre generaciones pasadas y actuales como recordatorio vivero-artístico.
Por último, resulta interesante señalar cómo esta canción conecta con contextos culturales más amplios dentro Brasil; llegó justo cuando había creciente interés internacional por redescubrir ritmos latinoamericanos tradicionales frente a influencias globales diversas. Esto refuerza aún más su relevancia actual al abrir discusiones sobre identidad cultural frente a un mundo cada vez más homogeneizado donde muchos sienten necesidad urgente de reconectar consigo mismos.
"Velhos Tempos" no solo es un recordatorio sonoro; es todo un manifiesto artístico cargado de emoción genuina y crítica social que reitera cuán vitales son los recuerdos compartidos en la construcción identitaria colectiva. Su lírica invoca tanto reconocimiento histórico como aspiración hacia nuevos comienzos arraigados firmemente en esa cultura sombría rica e inspiradora llamada samba.