La canción "Que puedo hacer" de El Levante se presenta como un canto sincero y desgarrador sobre la lucha interna que enfrenta el protagonista al intentar confesar su amor. Publicada en diciembre de 2011, esta pieza musical encapsula los sentimientos de ansiedad y deseo que experimenta alguien enamorado, además de destacar la vulnerabilidad inherente a mostrar afecto.
Las letras son un reflejo directo del tumulto emocional que conlleva estar enamorado. En varias ocasiones, el protagonista repite la pregunta "qué puedo hacer?" para expresar su impotencia y confusión respecto a cómo comunicar sus sentimientos. Esta reiteración no solo enfatiza su angustia sino que también hace eco del temor universal al rechazo, resaltando una experiencia emocional a la que muchos pueden relacionarse. La imagen de ella como una estrella o una princesa establece un contraste entre su idealización y la realidad de su propia timidez e inseguridad, creando un ambiente en el que se aprecia tanto el amor profundo como la incapacidad de actuar ante él.
Además, los exhortos hacia su amigo por consejo son un mecanismo efectivo para explorar el tema central: la búsqueda de autoridad y apoyo en momentos de duda. La figura del amigo aparece como una voz externa en medio del autoexamen constante del protagonista, sugiriendo que incluso dentro del amor hay espacio para la interacción social y el consejo compartido. Sin embargo, este enfoque también refleja otra dimensión: muchas veces es más fácil buscar ayuda externa antes que enfrentarse directamente a los propios sentimientos.
El tono general de la canción es melancólico pero cargado de esperanza. Se siente una fragilidad palpable cuando expresa que 'no sabe si podrá vivir sin ella'. Este sentimiento resuena dentro del contexto más amplio del amor romántico; aunque se siente abrumado por las emociones, hay un sentido implícito de determinación subyacente. Mientras "que puedo hacer" puede sonar repetitivo o casi obsesivo, es precisamente esta repetición lo que capta tan bien el espíritu ansioso y esperanzador simultáneamente presente en los corazones jóvenes enamorados.
La estructura musical lógica acompaña a las letras conmovedoras —una melodía sencilla pero atractiva— brinda a los oyentes un campo fértil para conectarse emocionalmente con el mensaje central. Esto facilita que la audiencia pueda reflexionar sobre sus propias experiencias amorosas concretas mientras absorben las palabras sencillas pero poderosas del protagonista.
En términos culturales, "Que puedo hacer" se sitúa en el ámbito popular latinoamericano donde las letras emotivas sobre amor no correspondido o platónico son ampliamente escuchadas y disfrutadas. La simplicidad lírica junto con una producción accesible permite que esta canción se converted en parte fundamental de aquellas listas musicales románticas típicas buscadas por jóvenes deseosos de compartir sus propio viajes emocionales.
En resumen, “Que puedo hacer” actúa como un espejo donde muchos pueden ver reflejados sus propios miedos e ilusiones sobre el amor. A través de versos simples pero significativos, El Levante logra capturar ese frágil balance entre deseo e incertidumbre propia del enamoramiento juvenil. Así se convierte no solo en una expresión musical sino también en una manifestación genuina que perdurará mientras existan estas dudas universales acerca del amor y las relaciones interpersonales.