La canción "La Siguanaba" de Elo Vit presenta una rica mezcla de folclore y simbolismo que trasciende su apariencia sencilla. A través de sus versos, la letra evoca la leyenda de La Siguanaba, un personaje mítico que forma parte del imaginario popular en diversas culturas latinoamericanas. El artista logra transmitir no solo una narrativa cautivadora, sino también un profundo mensaje acerca del feminismo y las luchas históricas que han enfrentado las mujeres.
A primer vistazo, los versos iniciales pintan una imagen vívida de este espectro: “Ahí viene la siguanaba con su vestidito blanco”, lo que crea una dicotomía entre lo etéreo y lo aterrador. La repetición del estribillo establece un tono casi hipnótico que invita al oyente a zambullirse en esta historia cargada de simbolismo. La siguanaba se describe como una mujer hermosa que ha sufrido por culpa de muchas habladurías; “Antes fue una doncella” muestra su transformación y el impacto devastador que la maldición tuvo sobre su vida.
El protagonista parece tener un vínculo cercano con este espíritu torturado. Las preguntas retóricas como "Quién se llevó tu inocencia" sugieren una empatía profunda hacia el dolor experimentado por ella. Este aspecto refleja no solo la historia individual de La Siguanaba, sino también la experiencia colectiva de muchas mujeres que han sido malinterpretadas o demonizadas a lo largo del tiempo por el machismo imperante.
Los elementos del agua, presentes en líneas como “donde están las aguas claras”, refuerzan el simbolismo asociado a la purificación e inocencia perdidas. Además, la figura asociada con el río puede interpretarse como una metáfora para explorar femineidad y vulnerabilidad frente a contextos patriarcales. La dualidad entre agua mansa y oscura resuena con la lucha interna por reclamar derechos e identidad en medio del caos.
Un aspecto interesante es cómo Elo Vit emplea esta figura mitológica para abordar problemas contemporáneos relacionados con género y poder. Al decir "Siguanaba tú espantas al machista infernal", se establece un tono confrontativo donde el personaje central no sólo es víctima, sino también poseedora de fuerza capaz de desafiar normas sociales rígidas.
Musicalmente, "La Siguanaba" combina ritmos tradicionales con toques modernos, creando así un puente entre generaciones y estilos musicales. La fusión permite reflexionar sobre cómo las canciones folclóricas pueden seguir siendo relevantes en discusiones actuales sobre derechos humanos y equidad.
Si bien existen interpretaciones diversas dentro del cancionero español que exploran figuras femeninas míticas —como "La Llorona", otro símbolo trágico— "La Siguanaba" presenta un giro donde el foco recae en empoderar al personaje femenino en lugar de profundizar únicamente en su sufrimiento. Este enfoque fresquito muestra cómo Elo Vit captura un sentido renovado de autonomía al presentarla tanto como víctima como líder espiritual embodido.
Finalmente, el uso repetitivo del término “lava” tiene resonancias rítmicas pero también puede implicar proceso purificador; simplemente podría ser una representación grácil (y casi danzónica) del arroyo permitiendo que esas cualidades sanadoras emergen desde lo destructivo hacia lo liberador.
A través de "La Siguanaba", Elo Vit emplea no solo letras cautivadoras sino también mensajes potentes que desafían concepciones tradicionales sobre las mujeres en nuestras culturas. Su habilidad para entrelazar cuento popular con crítica social destila poesía pura atravesando tanto realidad fantasiosa como emocionantes verdades contemporáneas, dejando así una huella imborrable en quien ha escuchado atentamente su historia musical.