Adios abanico, que llego el aire de Extremoduro

La canción "Adiós abanico, que llegó el aire" de Extremoduro es un tema perteneciente al género del rock transgresivo que nos sumerge en una atmósfera introspectiva y reflexiva. Las letras nos ofrecen un vistazo a la mente y emociones de alguien que se siente fuera de lugar, insatisfecho y con deseos de escapar de la monotonía.

El protagonista de la canción se describe como alguien desorientado, cansado y desconcertado por no poder encontrar su lugar en el mundo. A lo largo de la letra, muestra un anhelo por una compañía que le haga sentir completo y se cuestiona sobre su identidad y propósito.

En esta narrativa musical, podemos apreciar la dualidad entre el deseo de evadirse y la necesidad de encontrar un sentido o dirección en su vida. La sensación de estar perdido se manifiesta en versos como "Y qué ha pasado? —que me he perdido— y cada día me gusta un poco más", donde la confusión interna del personaje se refleja en sus acciones y pensamientos erráticos.

La presencia constante del "tú" mencionado en la canción podría interpretarse como una figura significativa para el protagonista, quizás una musa o amor platónico que le inspira a buscar algo más allá de lo cotidiano. Este vínculo simbólico sirve como motor para sus pensamientos dispersos mientras intenta dar sentido a su existencia.

Musicalmente, la canción presenta una estructura melódica repetitiva pero emotiva que complementa perfectamente la profundidad lírica del tema. Con guitarras distorsionadas y ritmos intensos característicos del rock transgresivo, Extremoduro logra transmitir la angustia emocional del protagonista con maestría.

En cuanto al contexto cultural de la canción, lanzada originalmente en el álbum "Rock transgresivo" de Extremoduro, podemos ubicarla dentro del movimiento alternativo español de los años 80-90. Esta época estuvo marcada por una búsqueda constante de identidad social y individual, reflejada claramente en las letras introspectivas y crudas de bandas como Extremoduro.

En resumen, "Adiós abanico, que llegó el aire" es mucho más que una simple canción rock; es un viaje emocional a través de los pensamientos tumultuosos e inquietudes existenciales de un individuo confundido. Una letra profunda empaquetada en un sonido potente y rebelde que invita a reflexionar sobre nuestras propias luchas internas e incertidumbres.

A deshora, me levanto
de la cama sin nada que hacer;
me declaro insuficiente,
y siempre fuera de la ley.
Y a cuidarte, despacito,
y a espantarte las moscas con miel
me dedico, y estate al quite
por si acaso hay que correr.

Despistado, descosido,
estoy cansado, no he dormido,
y cada día me gusta un poco más.
A tu lado he aprendido,
Y qué ha pasado? —que me he perdido—
y cada día me gusta un poco más.

Voy caminando
y pienso en no pisar ni una amapola;
ella, entretanto,
duerme casi casi siempre sola.

Y si arreglo, y si encuentro,
y al volverte de nuevo a mirar...
y si te falto hasta la muerte,
¡pues ojalá que haya algo más!
Y al mirarte, a frenarme,
negociar, darle gas y a correr.
y al rebufo quiero ir, de tu manera de pensar;
si no preguntas: —dónde vas?