Blame it on the boogie de Jay Kid

La canción "Blame it on the boogie" interpretada por Jay Kid nos presenta una interesante narrativa sobre un conflicto amoroso originado por la pasión desenfrenada por el baile. El protagonista describe cómo su pareja siempre está bailando, lo cual no sería un problema si recibiera muestras de amor a cambio. Sin embargo, la falta de afecto por parte de su pareja lo lleva a reflexionar sobre los momentos que pasaron juntos en discotecas de Frisco, hasta el momento en que besó su amor adiós.

La letra nos sumerge en un ambiente nostálgico y melancólico, donde el protagonista atribuye la ruptura de su relación no a factores externos como el sol, la luna o los buenos momentos, sino al ritmo contagioso del boogie. Este baile que lo "embruja" lo impulsa a perder el control y transformarse completamente, mientras su pareja queda impactada por su actuación en la pista.

El coro enfatiza esta idea al repetir una y otra vez que no hay que culpar al sol ni a la luna, ni siquiera a los buenos tiempos, sino al poder del boogie. La canción se convierte así en una especie de declaración de culpabilidad hacia esta fuerza irresistible que cambia vidas y desata pasiones.

En términos de contexto cultural, "Blame it on the boogie" refleja la influencia de la música disco de los años 70, con su énfasis en el baile y el ritmo frenético. Jay Kid logra capturar esa energía característica de la época con una letra pegajosa y dinámica que invita al movimiento y a dejarse llevar por la música.

En cuanto a comparaciones con otras obras del artista o de otros artistas, podríamos ubicar esta canción dentro del género disco-pop, con elementos bailables y letras pegajosas que recuerdan al estilo de bandas como Earth Wind & Fire o The Jackson 5.

En resumen, "Blame it on the boogie" es una canción que combina letras ingeniosas con un ritmo contagioso para transmitir la historia de un amor perdido entre las luces parpadeantes de una pista de baile. Con un mensaje sutilmente irónico y una melodía infecciosa, Jay Kid logra capturar la esencia del baile como forma de expresión emocional y escapismo frente a las dificultades amorosas.