No Tan Deprisa de Joaquín Sabina

La letra de la canción "No Tan Deprisa" de Joaquín Sabina es una reflexión profunda sobre la vida y las pequeñas cosas que la componen. El narrador describe escenas cotidianas, como un coyote en el porche, una mecedora, un tren con mexicanos, entre otros elementos, que juntos forman un retrato de la existencia diaria. Sabina utiliza metáforas simples pero evocativas para transmitir un mensaje de aprecio por las experiencias simples y auténticas que a menudo pasamos por alto.

En el coro de la canción, Sabina habla sobre vender una rima y cambiar el clima, sugiriendo un deseo de transformación y renovación personal. La idea de borrar su imagen del patrón del ganador puede interpretarse como un rechazo a los estándares convencionales de éxito y una búsqueda de autenticidad. La referencia a coser su estrella en la bandera de un desertor podría simbolizar la identificación con aquellos que han elegido seguir un camino diferente al establecido.

En la segunda estrofa, Sabina continúa pintando imágenes mundanas y realistas, como tener solo dos latas en la nevera y una pizca de esperanza en lista de espera. Estos detalles sencillos contrastan con la idea anterior de vender una rima y cambiar el clima, sugiriendo que la felicidad se puede encontrar en lo simple y lo modesto.

La tercera estrofa profundiza en temas como el autoengaño, la autenticidad personal y la libertad individual. La idea de mirar en dos espejos como un espejismo puede interpretarse como una ilusión o engaño autoimpuesto. Sabina aboga por no cerrar puertas ni huir, sino ser fiel a uno mismo incluso cuando eso signifique ser diferente o apostar por algo sin razón aparente.

En el último coro, el cantante expresa su deseo de ser dueño de sí mismo, amar libremente sin restricciones externas y vivir sin ataduras impuestas. La repetición del verso "No tan deprisa" refuerza el mensaje central de tomarse las cosas con calma y apreciar cada momento sin prisas ni presiones externas.

En conclusión, "No Tan Deprisa" es una canción que invita a reflexionar sobre la vida cotidiana, valorar las pequeñas alegrías y mantenerse fiel a uno mismo en medio del caos del mundo moderno. A través de imágenes vívidas y metáforas sugerentes, Joaquín Sabina nos recuerda la importancia de vivir en autenticidad y buscar nuestra propia versión única de la felicidad.