La canción "Every Man Has a Woman Who Loves Him" interpretada por John Lennon, es una reflexión sobre el amor y la conexión profunda que existe entre las parejas. Este tema se encuentra en el álbum "Double Fantasy" y pertenece al género musical de rock, pop y alternativo, que caracteriza la variedad de estilos explorados por Lennon a lo largo de su carrera como solista.
Las letras de la canción nos llevan a un viaje emocional donde se resalta la idea de que cada hombre tiene una mujer que lo ama y viceversa. En medio de la cotidianidad, los desafíos y contrastes de la vida, se encuentran unidos por un vínculo indisoluble incluso en momentos difíciles o cruciales como la vida y la muerte. La imagen poética de "presionar el oído contra su pecho" sugiere intimidad y cercanía física, pero también revela una búsqueda constante del amor verdadero en medio del caos emocional.
El primer verso plantea una pregunta introspectiva sobre la fidelidad emocional: Por qué divagar cuando se sabe quién es el indicado? Esta contradicción entre los sentimientos internos (reír cuando en verdad se quiere llorar) refleja complejidades emocionales comunes en las relaciones humanas. La repetición del cuestionamiento agrega una capa de incertidumbre e inquietud emocional que resuena a lo largo de toda la canción.
En el segundo verso destinado a las mujeres, se invierte el rol sin perder la temática central. Aquí se destaca cómo encontrar al compañero adecuado puede llevar a comprenderse a uno mismo con mayor profundidad, como si este encuentro fuese un espejo que refleja nuestra propia esencia. El contraste entre correr lejos al sentir deseos de abrazar denota otra paradoja común en las relaciones: el miedo a entregarse totalmente frente a la necesidad innata de conectar con otro ser humano.
La repetición del estribillo refuerza el mensaje central: todo hombre tiene a una mujer que lo ama y todo mujer tiene a un hombre que la ama. Esta afirmación universaliza el concepto del amor destinado o predestinado, mostrando que no está limitado por razones circunstanciales sino más bien por conexiones intrínsecas inexplicables. El cierre rotundo con "Él lo sabrá" trae consigo un tono afirmativo y concluyente ante esta realidad compartida.
Originariamente escrita por Yoko Ono para su álbum homónimo en 1980, esta versión interpretada por John Lennon añade una dimensión única dado su relación personal con Ono. La historia detrás de esta canción sólo añade más profundidad al significado original marcando así un tributo al amor perseverante frente a adversidades externas e internas.