Dice la canción

El niño y el canario de La India Meliyara

album

Virgen India

3 de septiembre de 2025

Significado de El niño y el canario

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La canción "El niño y el canario", interpretada por La India Meliyara y perteneciente al álbum "Virgen India", se inserta en el rico contexto de la música folclórica latinoamericana, con fuerte influencia caribeña y un estilo que evoca la tradición. Aunque los datos de la publicación no son precisos, este tema ha resonado seguramente en un tiempo donde las expresiones culturales se entrelazan con las experiencias cotidianas del pueblo.

El significado de esta letra es profundamente emocional, llevando al oyente a través de una serie de sentimientos que exploran la tristeza por la muerte del canario, símbolo de alegría y compañía. A lo largo de toda la lírica, se respira una atmósfera melancólica; el protagonista refleja su duelo ante la pérdida de este pequeño ser que había sido parte fundamental de su vida. Se establece un contraste significativo al evocar cómo el canario estaba mejor cuidado que ella misma, lo que habla sobre las prioridades y las dinámicas afectivas en sus relaciones.

La letra comienza con referencias casi poéticas acerca del paso del canario al más allá, mencionado en conjunción con ángeles y mártires, añadiendo una dimensión espiritual a su muerte. Esta representación puede interpretarse como una idealización del pájaro, quien no solo ocupaba un espacio físico en su hogar, sino también uno simbólico en el corazón de La India Meliyara. El uso repetitivo del lamento «¡Ay! ¡Qué pena me da que se me ha muerto el canario», intensifica el sentido de pérdida y desesperanza.

Además, hay elementos irónicos a considerar: el hecho deque este ser querido muere por una negligencia ajena pone de manifiesto ciertas dinámicas humanas sobre control y descontrol en nuestras vidas. El protagonista culpa a alguien cuya falta llevó a su dolor; esta mención sirve como crítica implícita hacia aquellos que no toman responsabilidad por las vidas pequeñas pero significativas que dependen de ellos.

Los temas centrales presentes son la tristeza por la pérdida y la soledad resultante. Hay una clara transición desde un hogar lleno de vida —donde el canto del canario era “la banda sonora” cotidiana— hasta un estado desesperanzador donde incluso las flores parecen marchitarse junto con su alegría. Este contraste entre lo vibrante y lo sombrío crea un fuerte impacto emocional.

Desde una perspectiva narrativa, La India Meliyara utiliza predominantemente la primera persona para hacer sentir al oyente muy cerca del dolor personal que siente; juega con recuerdos vividos mientras desgrana cada emoción intensa relacionada con su amado pájaro. La cercanía así provocada permite al público experimentar esos momentos idílicos previos junto al infortunio actual, marcando aún más ese giro trágico.

Dentro del análisis cultural del momento en que se publicó esta canción, podría pensarse que reflejaba las luchas diarias enfrentadas colectivamente por muchos ejes sociales nacidos desde dentro comunitaria. En sociedades donde los pequeños placeres son fundamentales para afrontar adversidades mayores —como lo representa aquí el cariño hacia un animal— resulta emblemática para capturar ese sentir común ligado a aspectos vivenciales compartidos.

En conclusión, "El niño y el canario" trasciende simplemente contar sobre la muerte de un ave: es una profunda reflexión sobre las pérdidas cotidianas y cómo estas reverberan a través del tiempo afectando nuestras existencias. La maestría lírica utilizada logra plasmar esa conexión íntima entre humanos y seres vivos menores pero igualmente significativos; nos recuerda que cada pérdida acarrea consigo ecos difíciles oír pero esenciales para entender nuestra humanidad compartida.

Interpretación del significado de la letra.

Y al paraíso te llevan Los Angeles y a tu llegada te reciben los martires
Y te introduzco en la ciudad santa de Jerusalén
¡Ay! ! Ay!
Ay, ay, ay, ay, ay qué pena que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario

Era la alegría de mi calle, la banda sonora de mi hogar
Todas las mañanas en el balcón
Se formaba la revolución
El canario estaba bien cuidao
Y vivía mejor que yo
Pero le llego la hora y el cielo se lo llevo

Ese personaje amarillo
Ese lindo pajarillo
Me ha dejado sola y aburrida
Y hasta las flores se han marchitado
¡Ay! !Ay!
Ay, ay, ay, ay, ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario

La culpa la tubo el
Que lo sacaba en el balcón
Y se le olvido meterlo
Y le dio una insolación

Ay Dios mío que triste a quien le voy yo a dar alpiste
Ese pajarillo vacilón
Que me ha roto el corazón

Yo con su boca me dije cuando le vi estirar la pata
No sé qué voy hacer
Sin el sien el
¡Ay! !Ay!
Ay, ay, ay, ay, ay
Qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario

La india meliyara está triste

Antes cuando vivía
Los chiquillos me querían
Y ahora que se murió
Me quedo la soltería
¡Ay! !Ay!
Ay, ay, ay, ay, ay
Qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario
Ay qué pena me da que se me ha muerto el canario

¡Ay ay, ay, ay, ay, ay, ay!

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