La letra de la canción "El revolcador" de La Polla Records presenta una visión introspectiva y autocrítica sobre la tristeza, la desdicha y la resignación. A través de versos como "Me revuelco en mi miseria" y "me encuentro suelto en esta situación de víctima", se percibe un tono pesimista que refleja la sensación de estar atrapado en un estado de derrota y frustración. El protagonista se describe a sí mismo como un sentimental que disfruta de su papel de perdedor, lo cual sugiere una aceptación resignada de su situación.
En el fragmento "un chico tan listo, no me lo puedo creer / ni me das frío, ni me das calor", se aprecia una especie de desconcierto ante la falta de sensaciones fuertes o extremas en su entorno, lo cual podría simbolizar una especie de vacío emocional o apatía generalizada. La referencia a lucifer al final del texto, con un tono sarcástico y desafiante, sugiere un rechazo hacia las fuerzas del mal o aquellos que pretenden sumirlo aún más en su desgracia.
La frase "bellas mujeres, no lo intento más / me voy, que tengo el water inundao" puede interpretarse como una referencia humorística a las complicaciones y problemas cotidianos que el protagonista enfrenta. El cierre con "cordial saludo desde américa / cortamos conexión" podría apuntar a una desconexión emocional o psicológica del entorno actual y una decisión firme de alejarse de situaciones negativas.
En cuanto a compararlo con otras canciones del repertorio de La Polla Records, temas como "Txus", "Ni descanso ni paz" o "El Congreso De Ratones" también exploran temáticas sociales y personales desde una perspectiva crítica e incisiva. La consistencia en sus letras revela un compromiso con la denuncia social y política, así como una mirada reflexiva sobre los aspectos más oscuros del ser humano.
En resumen, "El revolcador" es una canción que explora el lado más sombrío y melancólico del individuo, mostrando una resignación dolorosa pero cargada de ironía y sarcasmo. La búsqueda constante por escapar de la miseria interna se ve reflejada en cada línea, creando un retrato honesto y descarnado sobre los laberintos emocionales del ser humano.