Dice la canción

60 veces por minuto de Rapsusklei

album

Origami

22 de septiembre de 2016

Significado de 60 veces por minuto

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La canción "60 veces por minuto" de Rapsusklei es una profunda exploración del dolor, la existencia y la lucha interna del protagonista. Enmarcada dentro del álbum "Origami", esta pieza combina la poética cruda del rap con una reflexión conmovedora sobre las experiencias vividas y el paso del tiempo. Desde el primer verso, el protagonista nos sumerge en un sentimiento de tristeza persistente que lo acompaña, comparando su estado emocional a un luto constante, como si cada instante fuera una muerte simbólica.

La letra comienza con una declaración poderosa: "No quiero estar triste, es como estar de luto". Esta afirmación establece el tono melancólico que recorre toda la canción. El protagonista siente que a cada minuto se enfrenta a una nueva pérdida, sugiriendo que su vida está marcada por corazones rotos y momentos de desasosiego. La metáfora de morir 60 veces por minuto refleja una existencia desgarradora, donde los recuerdos y las emociones intensas son tanto sufrimiento como inspiración para hablar y crear.

Mientras avanza la letra, se percibe un contraste entre la nostalgia y el deseo de liberación. Frases como "Antes de morir quiero bailar mi último tango" indican un anhelo profundo por vivir plenamente a pesar del sufrimiento. Esto comunica al oyente la lucha entre rendirse ante el dolor o encontrar belleza en medio de él. El uso del tango, un baile que evoca pasión y tragedia, refuerza este conflicto interno; representa tanto el fin como el momento culminante de celebración en su vida.

Rapsusklei se describe a sí mismo como un "poeta maldito", lo cual implica una conexión directa entre su arte y su sufrimiento personal. Se presenta como alguien que ha aprendido a aceptar su diferencia en lugar de torturarse por ella. Con frases potentes sobre volar lento tras haber llorado tanto que sólo canta si realmente siente algo, transmite una autocrítica implacable pero también un aprendizaje significativo acerca de sus limitaciones emocionales.

El tono emocional es predominantemente sombrío pero inudado con destellos de esperanza e introspección. A lo largo de la obra, hay momentos donde se hace referencia a pérdidas pasadas y un rechazo al olvido mediante evocaciones tangibles: menciona rezos, pecados pasados y palabras grabadas en bolígrafos desgastados. Este aspecto resalta su búsqueda continua por sanar heridas aunque reconozca que no hay regreso posible.

A pesar del enfoque pesimista hacia sus vivencias amorosas y existenciales, Rapsusklei también abre espacio para reflexiones profundas sobre lo efímero de los buenos momentos: "Trago al suelo por los que se van / Y otro trago adentro por todos los que se quedan". Aquí ofrece tanto un homenaje al pasado como una adaptación resignada a lo presente; esto permite identificar matices escondidos detrás de sus palabras duras.

Al elevarse hacia líneas más introspectivas donde menciona experiencias cercanas a la muerte o secretos íntimos jamás compartidos —circunstancias devastadoras— queda claro cómo estas vivencias influyen directamente en su creatividad artística. Sin embargo, toda esa carga emocional no impide al protagonista moverse hacia adelante; parece haber abrazado sus cicatrices como parte fundamental de quien es.

La representación visual implícita mediante elementos naturales tales como “el viento” o “la flor de loto” entrelaza aún más esta experiencia humana única: el dolor puede ser fuente de renacer aun cuando todo indique amargura establecida.

El contexto cultural en que fue lanzada esta obra —2016— coincide con un auge notable del hip hop en España junto a diversas corrientes sociales activistas sobre temas significativos. Rapsusklei emerge símbolo representativo dentro del movimiento urbano actual debido precisamente al enfoque honesto hacia realidades difíciles mezclado con gracia poética singular propia.

En resumen, "60 veces por minuto" es mucho más que solo lirismo hip hop; es un quebranto expuesto desde las entrañas donde cada palabra dibuja retratos veraces e íntimos llenos sensibilidad visceral frente cierta incomprensión social generalizada ante esta complejidad emocional inherente ser humano contemporáneo.

Interpretación del significado de la letra.

No quiero estar triste, es como estar de luto
Yo suelo morir 60 veces por minuto
Siempre que debuto es con el corazón roto
El tiempo marchita en mi alma esta flor de loto
No quiero estar triste, ya conozco el fango
Antes de morir quiero bailar mi último tango
Vivo de estos versos, moriré esperando
Hace tanto muero que vivo de vez en cuando

Yo soy un poeta maldito, he nacido enfermo
Hace tanto tiempo que escribo que ni me acuerdo
Yo vivo en verano, mi alma vive en invierno
Caliento mi ego en el fuego de mi cuaderno
Ya he aprendido a no torturarme por ser distinto
Aún le queda tinta a este boli con el que pinto
Todos los pasos que he dado han sido por instinto
Y aún no me aprendí los caminos del laberinto
He perdido el tiempo, y he olvidado el llanto
He sentido el viento llevándose mi quebranto
He curado espanto, he volado lento
He llorado tanto que sólo canto si siento
Al manto de la virgen de los olvidados
He rezado para que perdone mis pecados
No he pensado en Dios pero he besado mi rosario
Por todos los yonkis y presos que hay en el barrio
Yo ya toqué el fondo, se acabó esa tanda
De nada me escondo cuando el corazón me manda
Deja que se expanda mi boli y ya no respondo
Late bajo el pecho este lecho que cala hondo al tiempo
Sentimientos no sé dónde están por…
Todos esos buenos momentos que no se heredan
Trago al suelo por los que se van
Y otro trago adentro por todos los que se quedan porque…

No quiero estar triste, es como estar de luto
Yo suelo morir 60 veces por minuto
Siempre que debuto es con el corazón roto
Hace tanto tiempo que muero que ni lo noto
Y no quiero estar triste, ya conozco el fango
Antes de morir quiero bailar mi último tango
Vivo de estos versos, moriré esperando
Hace tanto muero que vivo de vez en cuando

Si me puse ciego fue pa' no volver a verte
Yo le tengo más miedo a la vida que a la muerte
Hay un hilo fino entre el quererte y el pensarte
No recuerdo el truco que aprendí para olvidarte
Y ya he perdido el norte, no comí la tarta
Aún me queda tiempo de jugar mi última carta
Soy como Siddhartha, tú el filo de la navaja
Yo el rey del ajedrez, tú la reina de la baraja
No he ganado el cielo, he perdido el hilo
He perdido el miedo y he ganado más de un kilo
Yo vivo la vida sin rumbo, pero tranquilo
Mis versos recorren el mundo, yo vivo al filo
Yo soy de fraseos, de versos con alma
De resucitar a la autoestima con la calma
Yo soy de paseos internos por el ánima
De rellenar cuadernos enteros llenos de lágrima
He probado el suelo, he volado alto
He levanta'o el vuelo pero no he besado el santo
Y sé lo que se siente, mi alma sigue en ruinas
Mi corazón no miente, ya conoce las espinas chico
Y he vivido cosas que no podría contarte
Y mis ojos vieron lo que tú no podrías creerte
Conozco secretos de los que no se comparten
Y he tenido experiencias cercanas a la muerte y…

No quiero estar triste, es como estar de luto
Yo suelo morir 60 veces por minuto
Siempre que debuto es con el corazón roto
Hace tanto tiempo que muero que ni lo noto
Y no quiero estar triste, ya conozco el fango
Antes de morir quiero bailar mi último tango
Vivo de estos versos, moriré esperando
Hace tanto muero que vivo de vez en cuando

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