La canción "El final" interpretada por Rostros Ocultos pertenece al álbum "Músicos, poetas y locos" y se enmarca dentro del género del rock mexicano y rock en español de los años 80. La letra de la canción narra la historia de un desamor, donde el narrador busca a su pareja en una fiesta pero la encuentra besándose con otra persona. A lo largo de la canción, el narrador reflexiona sobre las promesas pasadas de amor y la dificultad de olvidar a quien ya no le corresponde. El estribillo enfatiza el momento crítico: "Es el final, de nuestro amor", marcando un punto de quiebre en la relación.
La letra de "El final" expresa una profunda tristeza y resignación ante el fin de una relación amorosa. Las metáforas utilizadas, como pedir que le devuelvan el retrato (símbolo tangible del amor perdido), reflejan la nostalgia y melancolía del narrador al aceptar que todo ha terminado. La repetición del verso "Decías que me querías, que no era fácil poderme olvidar" subraya la frustración y decepción del narrador al darse cuenta de las mentiras o falsas ilusiones en las que creía.
En esta canción, se puede percibir cómo se aborda el tema del desamor desde una perspectiva más cruda y realista. A diferencia de otras baladas románticas que idealizan el amor como eterno y perfecto, "El final" muestra la crudeza de las relaciones humanas, donde los sentimientos pueden cambiar y las promesas se rompen. Es un recordatorio de que el amor también puede tener un desenlace doloroso y definitivo.
En cuanto a comparaciones con otras obras del mismo género o artista, Rostros Ocultos se destacó por sus letras introspectivas y emotivas dentro del rock mexicano. Canciones como "El último adiós" o "Quisiera estar contigo" exploran temáticas similares de amor perdido y añoranza. En este sentido, "El final" se suma a la lista de clásicos sentimentales que marcaron época en la escena musical mexicana.
En conclusión, "El final" es una canción envuelta en nostalgia y desencanto, que refleja con honestidad los altibajos emocionales que suelen acompañar a las relaciones humanas. A través de sus versos directos y melódicos típicos del rock de los años 80, Rostros Ocultos logra capturar la esencia misma del desamor en una balada llena de melancolía y resignación.