MANESKIN ft. Ghali & Shiva de Sadturs

La canción "Kylie" de Sadturs, en colaboración con Måneskin, Ghali y Shiva, es una pieza intrigante del álbum "NO REGULAR MUSIC 2", lanzada el 25 de julio de 2025. Este tema se inscribe dentro del ámbito del rap y trap contemporáneo, géneros que han ganado popularidad en los últimos años por sus letras provocativas y ritmos pegajosos.

Desde el inicio, la letra refleja una profunda aseveración sobre la identidad y las expectativas sociales. El protagonista se presenta como alguien que se siente a la altura de la cultura pop actual, comparándose con Kylie Minogue. La idea de “sentirse el próximo tipo de Kylie” plantea un juego irónico donde la imagen icónica de una diva musical se entrelaza con un carácter más mundano y desafiante. A lo largo de la canción hay referencias constantes a estilos de vida ostentosos, donde el dinero parece ser una fuerza definitoria que también trae consigo al “demonio”. Esto sugiere que el éxito material viene acompañado de presiones morales o decisiones difíciles.

Los temas centrales incluyen una reflexión sobre lo efímero del placer material frente a la búsqueda más profunda por autenticidad y conexión personal. En varias estrofas, el protagonista aborda la superficialidad en las relaciones que puede surgir cuando hay riquezas implicadas: "No tengo necesidad de una troia / Soy lo que necesita una troia". Con esta afirmación audaz, se evidencia tanto un desprecio hacia ciertos vínculos como un marcaje claro del dominio masculino en ciertas interacciones sociales.

El uso reiterado de términos coloquiales y referencias culturales contemporáneas refuerza un tono emocional crudo pero auténtico. Es evidente que el tono general es provocador y desafiante; sin embargo, también existe un trasfondo melancólico cuando menciona sentirse "depreso" o lidiando con problemas personales como "mamma sta guarendo", lo cual revela vulnerabilidad detrás de esa fachada segura.

Adentrándonos en los mensajes ocultos e ironías presentes en las letras, encontramos contradicciones interesantes entre su vida aparentemente glamorosa y sus luchas internas. Por ejemplo, mientras describe experiencias hedonistas —“spendo come al Super Bowl”— también hace eco de su deseo por deshacerse del peso emocional asociado con ese modo de vida.

La narrativa está construida desde la primera persona, otorgándole a esta voz protagónica mayor inmediatez e intimidad; así permite al oyente conectar más directivamente con sus emociones contradictorias. El protagonista oscila entre momentos exhibicionistas y reflexivos, revelando una profundidad sorprendente dada su presentación exterior.

Desde una perspectiva cultural y contextualizada, lanzamientos como este subrayan cómo artistas jóvenes utilizan sus plataformas para tocar temas complejos que resuenan mucho más allá del disfrute funcional solo por ritmo o melódica explosiva. La mezcla entre diferentes influencias musicales —entre ellas pop y hip hop— crean un nuevo tejido sonoro relevante para las audiencias jóvenes actuales.

En resumen, "Kylie" no solo es música pegajosa; es también un espejo a las dinámicas sociales contemporáneas en torno al dinero, fama e identidad personal dentro del mundo cada vez más veloz y expuesto por las redes sociales. La combinación ingeniosa entre letras audaces acompañado por “groove” contagioso clásica en el hip hop invita tanto al baile como a pensar críticamente sobre lo que realmente significa tener éxito hoy en día. Esta producción no deja dudas sobre su lugar dentro del contexto moderno musical; logra capturar tanto aspiraciones banales como profundas inquietudes universales mediante versos afilados cargados emocionalmente.