La letra de la canción "Drinking and driving" de Black Flag es un crudo y directo análisis de los peligros y consecuencias devastadoras del consumo excesivo de alcohol combinado con la conducción. La repetición constante de las líneas "Drink. drink. drink. drink. don't think. drive. kill." resalta la urgencia y la gravedad del mensaje que se intenta transmitir en esta canción.

La canción dibuja un retrato desolador de una vida marcada por el abuso del alcohol, donde el protagonista pasa sus días consumiendo sin control y luego enfrentando las dolorosas secuelas físicas y emocionales, como pasarlo enfermo debido a las resacas, sentirse débil e incapaz de cumplir con sus responsabilidades laborales. A pesar de este deterioro evidente, se genera una especie de racionalización para justificar el comportamiento autodestructivo: diciéndose a sí mismo que ser así está bien, que no tiene otra opción y culpando a los demás por empujarlo hacia ese camino.

La letra pone en relieve la manipulación psicológica que muchas veces ejercemos sobre nosotros mismos para seguir adelante con acciones claramente perjudiciales e irresponsables. La repetición de frases como "you can quit anytime that you want" refleja la lucha interna entre el deseo real de detenerse y la falta de voluntad o motivación para hacerlo.

El final impactante muestra las consecuencias extremas de este estilo de vida temerario y autodestructivo: terminar en un hospital después de un accidente automovilístico fatal que cobra la vida de un amigo cercano. La realidad devastadora choca brutalmente contra las falsas afirmaciones anteriores sobre lo 'cool' e inevitable que parecía ser este ciclo destructivo.

En términos musicales y estilísticos, Black Flag utiliza su característico sonido punk rock hardcore para respaldar este mensaje contundente acerca del abuso del alcohol y sus terribles efectos colaterales en la sociedad.

En comparación con otras obras dentro del repertorio musical intenso y provocativo de Black Flag, "Drinking and driving" destaca por su franqueza incómoda al enfrentar problemáticas tan serias como el alcoholismo y la conducción bajo los efectos del mismo. Henry Rollins, líder carismático del grupo, seguramente contribuyó con su intensidad vocal característica para llevar esta canción al borde mismo del precipicio emocional.

En definitiva, "Drinking and driving" es mucho más que una simple advertencia sobre los riesgos asociados al consumo excesivo del alcohol; es una llamada angustiosa a reflexionar sobre nuestras decisiones impulsivas y autocentradas que pueden tener consecuencias trágicas no solo para nosotros mismos, sino también para aquellos cercanos a nosotros. Una narrativa visceral que busca sacudir conciencias e invitar a una mirada introspectiva profunda sobre nuestros propios demonios internos antes de que sea demasiado tarde.

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