La canción "Lazarus" interpretada por David Bowie, perteneciente al álbum "Blackstar", es un poderoso testimonio que nos sumerge en una reflexión profunda sobre la vida y la muerte. La letra parece ser una despedida, con Bowie hablando desde un lugar celestial, declarando su presencia en el cielo y revelando cicatrices invisibles que lleva consigo. Esta apertura con "Look up here, I'm in heaven" establece un tono melancólico y misterioso que emana de la voz del artista.
Bowie explora la vulnerabilidad humana al enfrentar peligros reales e internos al mencionar que está en peligro y no tiene nada más que perder. Se sumerge en una experiencia existencial al describirse tan alto que le hace sentir mareado, vinculando esta sensación física con una reflexión mental sobre su situación. La cotidianeidad se entrelaza con lo trascendental cuando menciona haber dejado caer su teléfono celular hacia abajo, lo cual resulta irónicamente mundano en medio de su trascendencia espiritual.
A medida que avanza la canción, Bowie narra un cambio dramático en su vida al llegar a Nueva York como si fuera un rey pero terminar agotando todo su dinero buscando algo (o alguien) importante para él. La frase "This way or no way" sugiere una sensación de determinación o incluso resignación ante las circunstancias, reflejando quizás la lucha interna del personaje cantado por Bowie. El uso recurrente de la metáfora del pájaro azul representa la libertad anhelada e inalcanzable para el narrador.
"Lazarus" nos ofrece una introspección profunda sobre las etapas finales de la vida y los desafíos emocionales asociados con ella. La forma poética en la que Bowie explora temas como el amor perdido, la búsqueda de significado y la aceptación de uno mismo eleva esta canción a un nivel artístico único. En comparación con otras obras de Bowie, podemos ver elementos recurrentes como la exploración de identidades múltiples y las dualidades emocionales presentes en sus letras.
Una curiosidad interesante sobre esta canción es que fue lanzada poco antes del fallecimiento de David Bowie en 2016, lo que añade una capa adicional de significado a sus letras. Muchos fanáticos han interpretado "Lazarus" como una despedida emotiva y sombría del genio musical que fue David Bowie, lo cual resalta aún más su legado artístico incomparable.
En resumen, "Lazarus" es mucho más que una simple canción; es una meditación poética sobre la vida y sus inevitables transiciones hacia lo desconocido. Con letras evocadoras, arreglos musicales impactantes y vocales emotivas por parte de Bowie, esta pieza musical se convierte en una obra maestra atemporal que sigue resonando profundamente con quienes escuchan atentamente su mensaje implícito.