TUTTO PASSA de Enol

La canción "TUTTO PASSA" de Enol es una verdadera oda al paso del tiempo y a la resiliencia humana frente a las adversidades. Publicada en 2025 como parte de su álbum del mismo nombre, esta pieza ofrece una especie de reflexión filosófica sobre el amor, los problemas cotidianos y la naturaleza efímera de la vida. El estilo musical se puede clasificar entre pop con influencias contemplativas, logrando captar tanto la melancolía como un hálito de esperanza en sus melodías.

Desde el principio, Enol nos sumerge en una serie de imágenes evocadoras que contrastan momentos de bienestar, como "hacer ángeles en la nieve" y tumbarse al sol, con pensamientos más oscuros sobre el malestar emocional. Esta dualidad establece un tono emocional profundo y auténtico, donde el protagonista parece aceptar que es natural sentirse mal a veces; incluso declara que “también tiene que llover”. Es una afirmación que invita a entender las emociones negativas como parte integral del ser humano y no algo a evitar o ignorar.

El estribillo repite una afirmación esencial: "tutto passa", una frase que resuena con fuerza como un recordatorio constante de que las experiencias buenas y malas son temporales. La idea de que “nadie muere de amor” combina tanto desmitificación del sufrimiento por desamor como un indicativo de la resiliencia; el amor siempre vuelve, aunque suba y baje como un ascensor. Este enfoque resulta liberador para muchos oyentes, sugiriendo que aunque pasemos por dificultades emocionales o situaciones complicadas, todo eventually encuentra su camino hacia una mejoría.

En otro nivel, Enol aborda la condición humana desde una perspectiva colectiva: “el mundo es un lugar extraño”. Mientras algunas personas disfrutan momentos románticos y festivos, otras enfrentan conflictos bélicos o situaciones difíciles. Aquí se revela un matiz irónico donde todos parecen estar en su propia lucha personal mientras forman parte igualmente del mismo tejido social. Este contraste intensifica el sentimiento compartido en sus vivencias cotidianas. Además, queda claro que hay belleza incluso en lo mundano: realizar planes improvisados puede dar lugar a recuerdos imborrables.

El uso repetido de “tutto passa” insinúa cierto ciclo incesante; cada situación trae consigo tanto alegría como tristeza pero también pasa. En este sentido, la canción ofrece no solo consuelo sino también una visión optimista hacia adelante. Las lágrimas tras las gafas solares son otra metáfora poderosa: muchas veces escondemos nuestro dolor detrás de fachadas superficiales mientras continuamos adelante ante los retos personales.

La estructura lírica refleja un viaje emocional continuo y cautivador. El protagonismo está claramente centrado en la primera persona lo cual permite al oyente conectarse profundamente con los sentimientos expuestos por Enol. Al compartir sus angustias y esperanzas abiertamente crea empatía e identificación sin barreras.

"TUTTO PASSA" no solo es música pegajosa sino también un llamado introspectivo a afrontar nuestras emociones tal como son –fluctuantes— y recordar que todo pasa al final. Esta lección atemporal se mantiene relevante independientemente del contexto cultural actual; nos lleva directamente a cuestionarnos nuestra forma de vivir esos altibajos emotivos inherentes al ser humano.

En resumen, esta pieza musical es más que entretenimiento; representa una meditación sobre cómo coexistir con nuestras complejidades emocionales mientras apreciamos los destellos momentáneos del amor y la felicidad entre ellos. Sin duda alguna, Enol ha logrado plasmar una realidad penetrante dentro sonidos accesibles para todos aquellos dispuestos a escuchar su mensaje sincero sobre el paso del tiempo y el poder curativo del amor.